BRUSELAS, 13 dic (IPS) – En los próximos 25 años, la globalización permitirá un aumento de los ingresos promedio en la población mundial más rápido que el registrado entre 1980 y 2005. Sin embargo, si éste no se gestiona en forma adecuada, podría agravar las desigualdades sociales y los daños ambientales, alertó el Banco Mundial.
Para 2030, 1.200 millones de personas, 15 por ciento de la población del planeta, formarán parte de la clase media mundial, ahora constituida por 400 millones.
Pero el aumento de la riqueza podría profundizar las desigualdades de ingresos y las presiones ambientales, indica el organismo multilateral en su estudio "Perspectivas económicas mundiales 2007: Afrontar la nueva etapa de la globalización", divulgado este miércoles.
Varias organizaciones no gubernamentales creen que las advertencias del Banco son inconsistentes con su posición sobre el libre comercio.
En los próximos 25 años, el crecimiento de la economía mundial será impulsado cada vez más por los países en desarrollo, particularmente los de Asia, señala el trabajo.
La economía mundial podría pasar de 35 billones de dólares en 2005 a 72 billones de dólares en 2030. La participación del Sur en la producción mundial crecerá de uno quinto a casi un tercio, pronostica el informe.
A pesar del esperado incremento en la población mundial a 8.000 millones de habitantes para 2030, el número de personas con ingresos menores a un dólar diario caerá de los 1.100 millones actuales a 550 millones.
La clase media se triplicará, ya que más personas en países en desarrollo irán pasando de la agricultura a empleos mejor pagados en la industria y los servicios.
Para 2030, 1.200 millones de personas ganarán entre 4.000 y 17.000 dólares al año. Esto dará a países tan diversos como China, México y Turquía un estándar de vida promedio comparable con el de España hoy.
Pero el aumento de la riqueza tendrá costos sociales y ambientales. África es el continente que quedará más rezagado debido a su fragilidad política y a su vulnerabilidad antelas fluctuaciones de los precios de las materias primas.
En dos tercios de los países en desarrollo, la brecha de ingresos entre los ricos y pobres se incrementará, predijo el Banco Mundial.
Esto se debe a que una economía global más integrada ofrece mejores oportunidades para los que tienen más estudios, mientras que los trabajadores sin capacitación habrán de competir duramente y probablemente tengan que aceptar salarios inferiores para mantener sus empleos.
Las presiones del mercado laboral serán parcialmente contrarrestadas por el hambre de China e India por energía, tecnología y bienes de inversión. Las inversiones en investigación, educación y capacitación se volverán más importantes para sobrevivir en una economía mundial altamente competitiva.
El informe propone un incremento en la ayuda al desarrollo y la eliminación de las barreras a los productos del Sur, especialmente los agrícolas y los de las manufacturas intensivas.
Para Etienne De Belder, de la organización humanitaria Oxfam, los consejos del organismo multilateral carecen de consistencia.
"Los países que siguieron el modelo de desarrollo basado en las exportaciones propuesto por el Banco quedaron con una resaca social y económica. Solo vean la pauperización en África subsahariana o la deforestación en Indonesia", dijo a IPS.
El Banco Mundial no está aprendiendo del pasado, y está en una mala posición para dar lecciones para el futuro, añadió.
"No puedes promover una liberalización económica y al mismo tiempo pedir más reglas para solucionar los problemas ecológicos y sociales. Los empresarios de África no están listos para pararse frente a la competencia mundial. Mientras persistan las desigualdades, no habrá un libre comercio benéfico para todas las partes", sostuvo.(FIN/2006)