UNO
Para la mente humana a veces resulta difícil entender que el conocimiento social es dinámico, cambiante. Es por ese motivo que las encuestas de opinión pública se constituyen en “bandera de contradicción”. Las percepciones previas, las imágenes de la realidad, constituyen “espejuelos” con los cuales leemos o releemos información nueva. Esta reflexión viene a propósito de lo que indica el Latinobarómetro 2006. La encuesta indica que el 64% de los dominicanos confía en Leonel Fernández. Esta no es una sorpresa, puesto que en reiteradas ocasiones la confianza en el mandatario ha estado por encima de la confianza en el PLD (Ver Diario Libre). Es probable que, en estos momentos en que pretende que lo posible (que el país siga marchando sin reforma fiscal) es imposible, la percepción positiva del mandatario vaya en picada.
Lo que sí parece ser una sorpresa es la opinión sobre el empresariado dominicano. El 65% de la población encuestada tiene una percepción positiva de este sector.
Ya hemos señalado en otras ocasiones que, a diferencia de otros sectores, el empresariado es un todo muy heterogéneo. Diverso. Disperso e incluso con amplios sectores que carecen de eso que los sociólogos llaman “conciencia de clase”.
Creemos –y esta es también una percepción, muy personal- que la coherencia demostrada por un subsector, el industrial durante todo el 2006 y en torno a la defensa de sus intereses, expresada sobre todo en las posiciones de la Asociación de Industrias de la República Dominicana y en la Asociación de Empresas Industriales de Herrera, a través de los medios de comunicación, constituyen la mayor contribución a esta percepción.
Sin embargo, para nosotros las encuestas indican tendencia, momentos dados que pueden cambiar.
Si el sector industrial desea consolidar una imagen positiva debe mantenerse coherente en su “espíritu de clase”. El tiempo –ese maestro tan sabio que, sin embargo, mata a todos sus alumnos- logrará cambiar los fantasmas negativos por una reputación positiva.
DOS
Miguel Guerrero, una ironía y
la credibilidad del Presidente
El Presidente ha dicho que habrá austeridad, pero se le critica. Algunas de las razones son expuestas por el columnista en forma de lo que llamamos “ironía” por parte de Miguel Guerrero en su columna de El Caribe.
Anuncio de que distribuirá canastas navideñas por cientos de millones de pesos;
Fiesta al Cuerpo de Ayudantes Militares con cinco famosas orquestas;
Regalos de los funcionarios a otros funcionarios y especialmente a los periodistas.
Tres ejemplos que Guerrero utiliza para dejar en claro, subyacente, un mensaje: estas acciones ponen en duda la credibilidad del Presidente –y del Gobierno- en torno a la llamada austeridad, para concluir con un “¡Rompan fila y viva el jefe!”.
Milton Tejada C.
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