El presidente de la República continúa utilizando los recursos del Estado como si no provinieran de un país pobre y miserable como la República Dominicana. Este diario, en su edición del pasado lunes, nos trae una información en su página 16 con un título, a seis columnas: "Leonel recorrerá país para entregar canastas".
Esas son, me dije, las canastas de la reelección que servirán para aplastar, como si fuera una cucaracha, a Danilo Medina.
De acuerdo con El Nacional, "el presidente Leonel Fernández recorrerá el país a partir del 20 de este mes para entregar canastas navideñas a familias pobres…".
"El encargado del Plan Social de la Presidencia, Emigdio Sosa, informó recientemente que el Gobierno invertirá más de 4 mil 500 millones de pesos en la compra y distribución de alimentos y golosinas". (Posteriormente vendrán los juguetes del Día de Reyes, más tarde la Vieja Belén seguida del Día de San Valentín, Las Madres, los Padres…).
En esa "dictadura de la mayoría", que tanto le reprocharon Leonel Fernández y el PLD al ex presidente Mejía y al PRD, se le quiere imponer al país la tercera reforma fiscal que ha sido rechazada por los partidos de oposición, los empresarios, la sociedad civil y las iglesias, para buscar más dinero que serán utilizados para el proyecto reeleccionista.
El presidente gastó cinco mil millones para avasallar a la oposición en las elecciones congresuales y municipales. No escatimó recursos económicos, ni el empleo de la fuerza para imponer su voluntad.
Ahora vuelve a la carga. Pero esta vez no es contra el PRD y el Partido Reformista. No. Eso vendrá después de imponerse en la convención de su partido, cuando le pase el rolo a su compañero y hermano Danilo Medina a quien enfrenta despiadadamente quitándole el "control" que tenía en los organismos de dirección del partido y en el Congreso. Danilo no tiene ya la fuerza que lo sustentaba. Una buena parte de los diputados que lo apoyaban "incondicionalmente" han saltado la cerca. Un grupo de lobitas del gobierno, con los bolsillos llenos de papeletas, los han "convencido" de que la mejor opción para el 2008 es el presidente Fernández.
Incluso dentro de las bocinas se ha producido una división. Unos están abiertamente con el presidente Fernández, en tanto que otros no ocultan sus simpatías hacía Danilo. Están los oportunistas que juegan a las dos caras de la moneda porque no quieren perder su parte del pastel del Estado. "Estoy con Danilo, pero si gana Leonel lo apoyo", dicen los traficantes de oportunidades económicas.
El Presidente dispuso de cinco mil millones de pesos del presupuesto de la nación, más las Fuerzas Armadas, la Policía y los Gobernadores Provinciales, para "ganar" el Congreso, ¿de qué no será capaz para mantenerse en el poder más allá del 2008 ahora que tiene todos los poderes del Estado?
Si el presidente Fernández está dispuesto a lo que sea, incluso a desconsiderar a su más leal y solidario compañero de partido y de lucha, como sin dudas lo fue Danilo durante años, ¿de qué no será capaz contra sus adversarios del PRD y del Partido Reformista?
Si el presidente Fernández arranca su campaña electoral interna gastando 5 mil millones de pesos contra sus propios compañeros de partido repartiéndole canastas navideñas a los que apoyan su repostulación, ¿cuánto no estará dispuesto a gastar cuando enfrente a sus enemigos de la oposición? Si a sus amigos los enfrenta brutalmente, si los aplasta como si fueran insectos, ¿qué no les hará a sus enemigos?
Nadie puede ser convencido de que la República Dominicana es un país en crisis. No es posible. Al desbordado crecimiento económico de un once por ciento, debemos sumarle el excesivo gasto gubernamental. Los diez mil millones de pesos en campaña electoral, los siete u ocho mil millones de pesos en propaganda y publicidad las bocinas, las botellas, los botellones y los bidones que cobran si trabajar en la administración pública, los contratos grados a grados, el tráfico de influencias y los contratos onerosos contra la nación que todo junto le reportaran cuantiosos beneficios al proyecto reeleccionista.
El travestismo internó en el PLD comenzó. Los que postulan la reelección le están comprando gente al pobre de Danilo, que se quedará cada día más solo. El poder de comprar voluntades y conciencias en el grupo gobernante es demasiado poderoso. No hay quien pueda competir con tanto poder de avasallamiento. Danilo Medina sufrirá no sólo una derrota electoral, además recibirá una lección moral que no podrá olvidar jamás.