El autor considera que la mano de obra haitiana en la República Dominicana si bien ha mejorado la competividad, en referencia a un memorandum del Banco Mundial, también ha contribuido con la concentración de la riqueza y la enequidad social. Según el último memorando del Banco Mundial sobre la República Dominicana la presencia haitiana ha tenido un efecto positivo en la competitividad de esta nación. Considera el organismo internacional que nuestros vecinos inmigrados realizan en nuestro país las tareas pocos atractivas para los trabajadores dominicanos.
Nos parece correcta la conclusión hecha por BM, Pero sugerimos a esa entidad financiera realizar un estudio para establecer la contribución involuntaria de los hermanos haitianos en la distribución no equitativa del crecimiento económico que hemos disfrutados por cerca de medio siglo.
La sugerencia proviene de nuestra sospecha de que la utilización de estos sufridos y explotados trabajadores ha sido una de las fuentes empleadas por muchos empresarios para acumular altos beneficios y que creemos, además, ha provocado una mayor concentración de las riquezas en la República Dominicana.
Porque así como los contrabandistas, otra causa entre muchas de nuestro niveles de pobreza, fijan los precios de las mercancías que consumen los consumidores dominicanos como si pagaran los impuestos que evaden, las viviendas y los productos agrícolas producidos con las mal pagadas manos de obras de los sacrificados trabajadores haitianos también incluyen precios como si fueran pagados a obreros dominicanos bien remunerados.
Más aun, muchos constructores toman como referente la moneda norteamericana para fijar el precio de las unidades habitacionales que comercializan.
Mientras tantos, los grandes empresarios agrícolas, y que bueno, continúan obteniendo altos beneficios como lo indica su contribución al PBI, pero esta auspiciosa bonanza no luce beneficiar a los campesinos dominicanos quienes continúan abandonando sus predios.
Y es que en este país estamos ante supuestos empresarios que han hecho rentables a sus empresas vendiendo bienes y servicios como si pagaran impuestos o como si pagaran buenos salarios. Las causas más obvias y explicativas, entre otras, de porque en la Republica Dominicana el crecimiento económico ha contribuido tan poco a erradicar la pobreza.