SANTO DOMINGO.-El presidente de la empresa de Fuegos Artificiales Phantom, Héctor Leonel Grullón consideró este martes que la problemática de los fuegos artificiales no se resolverá mientras el tema sea abordado por el lado de la comercialización. Grullón dijo que no se debe ignorar la necesidad de controlar las materias primas y la aprobación de normas de calidad para la fabricación local de fuegos artificiales o los productos importados .
El empresario dice problema se aborda de manera equivocada, al tiempo de plantea la necesidad de fijar normas sobre importación y fabricación de fuegos artificiales
Héctor Leonel Grullón, presidente de la firma Phantom Fuegos Artificiales, S.A. dijo que la preocupación por los materiales pirotécnicos llega puntual con la Navidad y “con frecuencia la autoridades responden dando verdaderos palos a ciega que nunca resolverán este asunto porque no tocan los aspectos fundamentales”
No obstante reconoció que “el decreto presidencial del pasado 13 de diciembre nos trae una esperanza al crear una comisión interinstitucional a la que otorga un plazo de seis meses para elaborar un proyecto de ley para regular la producción, importación, exportación, comercialización y uso de fuegos artificiales”.
Al definir esa posibilidad como el camino correcto, Grullón instó a los comisionados a actuar con determinación, y convocar a los interesados para que contribuyan a lograr el propósito de la disposición presidencial.
Un documento que se publica en espacio pagado en otra página, señala que es numerosa la colección de decretos y resoluciones que no han conducido a ningún lugar y recuerda que las leyes sobre explosivos y temas relacionados con la materia data de los años 40, 50 y 60.
Explica que las resoluciones y decretos existentes tocan la comercialización, los permisos para producción y venta, listas de productos que pueden venderse y el impuesto a pagar por la licencia y de esta manera “insisten en el camino equivocado”.
Afirma que el problema de fondo es que no existen normas para asegurar la calidad de los fuegos artificiales de fabricación local y nadie controla y fiscaliza el cumplimiento de las especificaciones técnicas de los productos importados para garantizar que los mismos resulten inofensivos para las persona.
Dice que tampoco existen normas para el manejo, almacenamiento y comercialización de los fuegos artificiales, ni se exige formación técnica especializada al personal que maneja la producción y distribución. Además, el Gobierno no dispone de personal especializado para supervisar con rigor la aplicación de las normas relacionadas con este sector.
Grullón indica que le consta que “han terminado en el olvido iniciativas como la de DIGENOR para aprobar una norma para los fuegos artificiales y de la Secretaría de las Fuerzas Armadas para establecer un control estricto sobre las materias primas, producción y distribución”.
“Mientras sigue la producción artesanal de fuegos artificiales en empresas improvisadas o “clandestinas”, y nadie supervisa la calidad de los productos que se importan, o la capacidad técnica y equipamiento de quienes producen espectáculos de fuegos artificiales”.
Explica que en los Estados Unidos, las normas obligan a los fabricantes a niveles de calidad en las materias primas y limitan la cantidad de explosivos para un artefacto pirotécnico, “de modo tal que si ocurriera un accidente, el daño que este puede provocar al consumidor, no sea mayor que la quemadura producida por un fósforo y que sea curable antes de las 72 horas”.
Grullón dijo hablar con la calidad de una empresa que ha seguido las normas que rigen la actividad en los Estados Unidos y que durante diez años de operación en el país no ha registrado ni un solo accidente relacionado con los fuegos artificiales.