SANTO DOMINGO—La Cervecería Nacional Dominicana rechaza la aplicación de nuevos impuestos a las bebidas alcohólicas y piden a la Cámara de Diputados no aprobar la denominada rectificación fiscal sancionada en dos lectura por los senadores.
Teodoro Hidalgo, encargado de asuntos corporativos de la CND dijo que el proyecto aprobado por el senado penaliza a la cerveza con mayores impuestos que elevarán la carga del consumidor dominicano en cerca de un 50 por ciento del precio de venta.
Pidió a la Cámara de Diputados que reduzca la carga contributiva que tiene el sector que asciende al 8.5 por ciento de todos los ingresos que recauda el Estado dominicano.
“No podemos comprender por qué cada vez que el Gobierno necesita mayores recursos sale perjudicado el sector cerveza que en 36 meses ha tenido que absorber aumentos en los impuestos del orden de un 224 por ciento. Por eso le solicitamos a la Cámara de Diputados que alivie la carga del consumidor de cerveza dominicano, perteneciente en su gran mayoría a las clases económicas de menores ingresos en el país”, dijo Teodoro Hidalgo, director de Asuntos Corporativos del Grupo León Jimenes.
El proyecto de rectificación fiscal aprobado por el Senado impuso a los cuatro millones de consumidores de cerveza de la República Dominicana más de $4,537 millones de pesos en contribuciones adicionales o el 26% de todos los nuevos impuestos que forman parte del paquete de rectificación fiscal que enviara el Presidente Leonel Fernández al Congreso.
Hidalgo destacó que el consumidor dominicano hoy paga más de 53 centavos por cada peso de venta de cerveza, lo que representa el 8% de todos los impuestos que recauda el Estado.
El cobro actual de impuestos impone una presión tributaria a las cervecerías del país de un 53 por ciento, mientras que el resto de la economía nacional tiene una presión tributaria de un 17 por ciento.
La República Dominicana es el país que más altos impuestos cobra a la industria cervecera en todo el mundo. Actualmente el impuesto selectivo al consumo de un hectolitro de alcohol en la cerveza es de 51 dólares, y el aumento contemplado lo elevaría al doble, es decir a 102 dólares, mientras que otros países pagan significativamente menos.
Hidalgo defendió la actual estructura del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), aplicada desde enero de 2004, por ser efectiva, de sencilla aplicación y porque promueve la moderación en el consumo de bebidas alcohólicas y cervezas; así como la equidad fiscal para un sector productivo que como el de la cerveza, contribuye significativamente al desarrollo económico de la nación, representando casi el 2% del Producto Interno Bruto (PIB).
El sistema específico de ISC establece un monto fijo por litro de alcohol actualizado por inflación y, antes de lo aprobado por el Senado, pretendía eliminar, para el año 2008, la brecha significativa de más de un 200% que existía en el 2003 entre lo que se le cobraba a las cervezas por litro de alcohol versus lo que se le cobraba al ron. Al día de hoy, esa brecha sigue siendo de un 51% y de aprobarse la propuesta sin modificación en la Cámara de Diputados, esta diferencia volvería a ampliarse a un 66%, en desmedro, una vez más, de los consumidores de cerveza que aportan el 75% de recaudación por ISC a las bebidas alcohólicas producidas localmente, aunque la cerveza sólo es responsable del 41% del alcohol ingerido en el país.
Hidalgo expresó que el ISC a las bebidas alcohólicas y cerveza grava la externalidad negativa del alcohol. El razonamiento es que los efectos por exceso en el consumo de alcohol, deben ser compensados mediante el cobro de un impuesto por la cantidad de alcohol que contenga cada bebida. Entonces “si lo que hace gravable a las bebidas alcohólicas y cerveza es su graduación alcohólica, es precisamente el alcohol contenido en los mismos el que debe ser gravado, lo cual es coherente con las tendencias internacionales y es el elemento clave para lograr una equidad tributaria entre los diferentes tipos de bebidas en la aplicación del impuesto selectivo al consumo”.
Hidalgo señaló que al establecer un componente ad valorem, la propuesta de rectificación fiscal contradice uno de los objetivos que persigue el Fondo Monetario Internacional de “evitar que la estructura de impuestos distorsione la decisión de compra del consumidor”. También va en contra de los propósitos del Poder Ejecutivo de gravar las “externalidades negativas”, que en el caso de los diferentes tipos de bebidas se refiere a su contenido de alcohol.
CND y las demás empresas cerveceras dominicanas propugnaron ante el Congreso por el mantenimiento de la estructura específica del Impuesto Selectivo al Consumo de bebidas alcohólicas y cerveza y expresaron que con un incremento de un 28% a los montos establecidos en la legislación vigente, representaría recaudaciones adicionales en el 2007 de RD$6,500 millones para el sector.
Hidalgo destacó que si la Cámara de Diputados mantuviese la estructura específica del Impuesto Selectivo al Consumo, basada en contenido alcohólico y con equidad para todos los sectores al 2008, permitirá garantizar las recaudaciones tributarias y evitará que el desplazamiento a marcas de bajo precio deteriore la base tributable y afecte de manera directa los ingresos fiscales en términos reales.