ROMA, Italia. -El papa Benedicto XVI se refirió tangencialmente al debate que acaba de reavivarse en Italia en torno a la eutanasia después de que esta semana se le desconectara el respirado a un enfermo terminal que desde hace meses reclamaba esa medida. Durante el rezo del Angelus en el día de la Nochebuena, el jefe de la Iglesia de Roma destacó que la celebración cristiana del nacimiento de Jesús nos ayuda a "ser conscientes de cuánto vale la vida de cada ser humano desde su primer instante hasta su ocaso natural".
El debate sobre la eutanasia tomó un nuevo impulso en Italia después de que un paciente de la clínica de Cremona recibiera asistencia para morir. Piergiogio Welby tenía 60 años y una distrofia muscular progresiva que en los últimos tiempos lo mantenía absolutamente inmóvil, con excepción de los ojos. Respondiendo a un largo reclamo suyo, un médico le administró sedantes y le desconectó el respirador, permitiéndole morir.
Antes, un grupo de expertos habían dictaminado que el tratamiento al que era sometido no constituía un "ensañamiento terapéutico" y, por lo tanto, no correspondía abandonarlo. Tras su muerte, la Iglesia le negó los funerales religiosos porque su "voluntad de poner fin a su vida, afirmada de manera pública y repetida, es contraria a la doctrina católica".
En su oración de esta mañana, el Papa también instó a "superar cada vez más las ideas preconcebidas y los prejuicios, hacer caer la barreras y eliminar los desacuerdos que dividen, o peor, que oponen a los individuos y los pueblos, para construir juntos un mundo de justicia y paz".
También elevó una oración especial a la Virgen María para que proporcione "alivio y consuelo" a todos aquellos que pasarán la Navidad "en la tristeza, la soledad, la enfermedad y el sufrimiento".