SANTO DOMINGO.-El escritor y dirigente del Partido Reformista Social Cristiano, Belarminio Ramírez Morillo, acusó a las cúpulas de los partidos políticos de actuar con indiferencia ante los reclamos de la Junta Central Electoral de que se le apruebe una mayor partida presupuestaria para el año 2007. Manifestó como lamentable el hecho de que cada año los magistrados del alto tribunal electoral tengan que estar “mendingando” por ante el Congreso Nacional, a fin de que se le asigne un presupuesto que le permita ejecutar sin traumas su plan de trabajo.
El dirigente reformista pidió al Presidente de la Cámara de Diputados, lic. Julio César Valentín, que atienda el reclamo del pleno de la Junta Central Electoral, debido a que el mismo es pertinente y bien fundamentado.
Belarminio Ramírez pidió a las cúpulas de los partidos a que no se hagan de los “oídos sordos” ante los reclamos del pleno del órgano electoral.
Dijo que es el momento de que los partidos den una señal de que están interesados en el fortalecimiento de la Junta Central Electoral, y tracen las líneas a sus legisladores a fin de que el órgano electoral reciba la partida presupuestaria que le permita continuar con el programa de modernización del registro civil, renovación y depuración de la cédula de identidad y electoral, entre otras acciones planeadas para que la entidad recobre la confianza de los ciudadanos.
Calificó como un contrasentido y una mala señal el hecho de que mientras la nueva Junta Central Electoral inicia acciones orientadas al fortalecimiento institucional, la transparencia administrativa y el recobro de la confianza perdida, entonces el gobierno central y los legisladores oficialistas responden recortándole en un 40% el presupuesto reclamado.
El catedrático universitario manifestó que el precario respaldo que está recibiendo la nueva Junta Central Electoral de parte de los actores políticos, y esencialmente del Partido de la Liberación Dominicana, es una señal clara de que los partidos políticos se sienten más a gusto y más cómodos operando en la cultura del desorden.
Dijo que a diario se menciona y se pone como paradigma el trabajo realizado por la Junta Central Electoral que presidió don César Estrella Sadalah en las elecciones de 1996 y 1998, pero no se dice que esa Junta realizó esa ejemplar labor debido en gran parte al respaldo que recibió del gobierno central, y fundamentalmente del presidente Joaquín Balaguer, quien le entregó sin regateos el presupuesto solicitado.
El especialista en derecho electoral pidió al presidente Leonel Fernández a que asuma un comportamiento similar al del otrora líder del PRSC, de quien él se ha proclamado en muchos aspectos como su discípulo.
El dirigente político dijo que no es justo que el gobierno le recorte 1000 millones a la propuesta presupuestaria de la Junta Central Electoral, que para el 2007, un año preelectoral es de 2,363 millones de pesos, mientras asigna al Metro, una obra destinada a resolver el problema del transporte a Santo Domingo Norte, un solo municipio del país, la suma de 10 mil millones de pesos.
Argumentó que la modernidad que pregona el PLD es solo de palabras, ya que cuando estaban en la oposición hablaban de la necesidad de otorgarle autonomía presupuestaria a la Junta Central Electoral, y ahora, como tienen el gobierno central y controlan el Congreso Nacional, pretenden someter al órgano electoral a una estrechez económica de tal naturaleza para que los magistrados electorales tengan que andar de despacho en despacho de funcionarios legislativos y gubernamentales del PLD pidiendo apoyo.
El abogado y político calificó como un contrasentido el hecho de que mientras los partidos políticos reciben financiamiento público en función del monto del presupuesto de ingresos y gastos de la nación, la Junta Central Electoral que es la responsable de organizar las elecciones, y en ciertas medidas la vida de los ciudadanos y ciudadanas, ya que es la responsable de los actos del estado civil, reciba su presupuesto en función de los caprichos y favores de funcionarios gubernamentales y legislativos.
El dirigente reformista dijo que todo parece indicar que el presidente Leonel Fernández ahora cambió de parecer, cuando está en la oposición aboga por la institucionalidad del país, y cundo llega al poder prefiere comportarse dentro del viejo esquema paternalista. Por eso, se siente más cómodo con una Junta Central Electoral débil, de modo que los magistrados deban estar permanentemente pidiéndole que los reciba en su despacho.
Belarminio Ramírez manifestó que la actitud indiferente con que reacciona la clase política ante los reclamos de la Junta Central Electoral, es una señal del atraso y de la precaria visión institucional que nos envuelve.
Adujo que en los momentos de crisis políticas y electorales las cúpulas de los partidos hablan de la necesidad de fortalecer la Junta Central Electoral y de hacer las reformas necesarias para que actuara con autonomía frente a los demás órganos de poder público. Y sin embargo, desde que el país recobra la normalidad, nunca más se vuelve a tocar el tema.
El dirigente político quien fue Delegado del PRSC en la Dirección de Elecciones y Secretario de Capacitación de esa agrupación política, dijo que ese comportamiento de la clase política se debe a que estos se acostumbraron a tener metidas “sus manos y sus narices” dentro del órgano electoral. Por eso cuando están en la oposición hablan sobre la necesidad de una Junta autónoma y transparente, y cuando están en el poder boicotean los procesos de fortalecimiento de la entidad electoral.