El dato corresponde a un estudio divulgado en el Reino Unido subvencionado parcialmente por Cancer Research UK. Se realizó un seguimiento de 218.160 mujeres de nueve países europeos durante 6,4 años La actividad física y, en particular, llevar a cabo las tareas domésticas contribuyen a reducir el riesgo de contraer cáncer de mama en mujeres de todas las edades, según un estudio divulgado en el Reino Unido.
La investigación, subvencionada parcialmente por Cancer Research UK, hizo un seguimiento de 218.160 mujeres de nueve países europeos durante 6,4 años, a lo largo de los cuales 3.423 de ellas desarrollaron cáncer.
Aunque hasta ahora se conocía el efecto beneficioso de la actividad física en las mujeres posmenopáusicas, éste es el primer estudio que incluye un amplio número de mujeres a las que todavía no les ha llegado la menopausia.
Al analizar los datos de las participantes en el experimento, de edades comprendidas entre 20 y 80 años, los expertos constataron que el cáncer tendía a desarrollarse a los 47,6 años de media en el caso de las mujeres premenopáusicas, y a los 65,6 años en las mujeres más mayores.
Los investigadores analizaron el efecto de actividades como el trabajo, las tareas domésticas y el ocio en el desarrollo de la enfermedad.
Todas estas acciones combinadas reducían el riesgo de contraer cáncer de mama en las mujeres que ya habían pasado la menopausia, pero, en cambio, no se detectó un impacto claro en el caso de las más jóvenes.
Sin embargo, los investigadores descubrieron que emplear el tiempo de forma regular en las labores del hogar contribuía a reducir "significativamente" el riesgo de cáncer en ambos casos.
"En este amplio grupo de mujeres el aumento de la actividad física no ocupacional y, en particular, el del trabajo doméstico se asoció significativamente con un riesgo reducido de cáncer de mama, con independencia de otros factores de riesgo", afirman los expertos en un artículo que aparecerá en el número de enero de la revista "Cancer Epidemiology Biomarkers and Prevention".
Estos resultados refuerzan la tesis de que el ejercicio ayuda a prevenir el cáncer de mama, explican los expertos.
Además, aportan pruebas adicionales de que "las formas moderadas de actividad física, como las tareas domésticas, pueden ser más importantes en la reducción del riesgo de cáncer en las mujeres europeas que modalidades de ejercicio recreativo más intensas pero menos frecuentes", añaden.
La doctora Lesley Walker, de Cancer Research UK, recordó que actualmente se sabe que las mujeres que mantienen un peso adecuado tienen menos riesgo de contraer cáncer de mama.
"Este estudio demuestra que ser activo físicamente también ayuda a reducir ese riesgo y que algo tan simple y barato como las tareas del hogar puede contribuir" a ello, dijo.