Las bases del PRD insistirán en reclamar de algunos dirigentes de la cúpula de Milagros Ortiz Bosch y de Miguel Vargas Maldonado cautela en sus declaraciones, las cuales serán un boomerang para su futuro político y, en algunos casos, más que hacerle bien a sus precandidatos, le hacen daño al PRD y a las posibilidades de volver al poder dispuestos a cumplir con el rol histórico que tiene ese partido y el legado de José Francisco y sobre todo por la necesidad que tiene el pueblo de una luz al final del túnel morado. Doña Milagros Ortiz Bosch, haciendo honor a una mujer de altos kilates morales y bagaje político, está echando un pleito en el que las encuestas no le favorecen (no hay otro medidor por el momento hasta la convención del 28 de enero), pero ha servido para demostrar la grandeza de una dominicana que aceptó el reto que otros compañeros de su corriente no se atrevieron a asumir en tales circunstancias, de las cuales no hablaré, ya que todo el que tiene un kindergarten en política sabrá a que me refiero.
La convención del PRD, el 28 de enero próximo no medirá niveles de trabajo y fidelidad al partido de sus dos contrincantes; más bien ofrecerá una nueva oportunidad a las bases del partido democrático de Peña Gómez para elegir a quién quieren ellas para enfrentar al reeleccionista de Leonel Fernández quien ya comenzó su derroche de dinero para imponerse ante su alfil Danilo Medina quien, aunque cuenta con la razón al reclamar el cumplimiento de un acuerdo de “caballeros” con su Presidente, no cuenta con el Poder del Estado y los 250 mil millones de presupuesto para el 2007.
Milagros Ortiz Bosch puede propiciar que el PRD llegue al poder nueva vez; Milagros tiene las condiciones de liderazgo para poner en jaque al partido de Peña Gómez en esta encrucijada; Milagros Ortiz Bosch, a quien el PRD le ha dado todas las oportunidades de liderazgo cuyo freno lo fue el liderazgo que ella misma seguía del Dr. José Francisco Peña Gómez, es una gran dama de la política que tiene las posibilidades de dar un ejemplo en el PRD y no dejarse llevar de los que viven medrando en los acuerdos de aposento para obtener ventajas.
Miguel Vargas por igual, dadas las circunstancias políticas del momento, recibe a diario adhesiones y propuestas de apoyo de gente que a última hora se enganchan, como lo hacen en todos los gobiernos del PRD, para lograr mediante artimañas los que miles de dirigentes del partido blanco se han ganado a fuerza del trabajo político honesto; esos que luego aconsejan sin importarle las consecuencias, esos mercenarios de la política que no saben lo que es un comité de base, no les importa si el PRD hace o no un buen gobierno.
Milagros Ortiz Bosch y su equipo de base son importantísimos para una posible victoria del PRD en el 2008, ya como candidata o como aliada. Los miembros del equipo de Miguel Vargas que ya se creen victoriosos y se pasean orondos pensando en la derrota de Milagros y no les importa agredirla moralmente, podrían ser los principales protagonistas de una debacle del partido blanco. Una convención limpia, sin traumas y digna de una organización seria, es la carta de triunfo para cualquiera de los dos precandidatos y el momento histórico dará una o un ganador; pero también podría salir fortalecido y darles el poder en el 2008 o por nueva vez impedir que esa gloriosa organización socialdemócrata dirija los destinos de la Republica Dominicana.
Miguel Vargas le ha demostrado a esos “bocones” que se creen dueños de la verdad y de la ciencia política, que un candidato del PRD no tiene que ser incendiario, bravucón ni ofensivo, que es necesario cambiar, crear nuevas líneas de trabajo, nuevos métodos de enfrentar al enemigo y adversar a los compañeros y necesarios aliados, y ha dado cátedra de cómo enfrentar al partido morado que tiene casi todo el poder en sus manos, pero que no sabe qué hacer con él y que el pueblo le dará una lección que ya sus propios seguidores le están poniendo en evidencia.
Debe haber control de ambos lados para arribar como se espera a una convención de un partido que se dice organizado, doctrinario y con objetivos sociales; pero de no ser así y los buitres alzan el vuelo de nuevo, las bases del PRD deben dar un ejemplo de disciplina y poner fuera de sus siglas a los que no buscan el poder para llevar a cabo los sueños de José Francisco Peña Gómez, sino para vivir bien y exhibir sus riquezas obtenidas bajo la sombra de esa organización al ocupar todos los cargos del Estado y repetirse una y otra vez pisoteando a las generaciones de relevo que hoy están cansadas de ser carne de cañón y se manifiestan dispuestas a pasarles factura.
Milagros y Miguel son los que tienen en las manos el futuro del PRD, son los que tienen las posibilidades de cambiar el curso de la historia del partido blanco y del pueblo dominicano que reclama soluciones a sus graves problemas en oposición a los sueños de megalómanos que han pauperizado los barrios y campos que prometieron modernizar y que realmente han sumido en la oscuridad y la desesperanza.