SANTIAGO.- Arrendatarios de puestos de ventas en el Hospedaje Yaque han preferido entregarlos y abandonar el negocio, mientras otros decidieron cerrarlos, aunque siguen pagando las rentas, debido a las pocas ventas que venían realizando en las semanas recientes. La información en tal sentido la ofreció el administrador de dicho mercado, Ramón Morales, quien dijo no descartar que el cierre de los pequeños negocios se incremente en los días siguientes, por la falta de compradores de los productos agrícolas que se ofertan allí.
Explicó Morales que, hasta hace algunos meses, en la administración del Hospedaje Yaque había registrado más de 400 personas con espacios arrendados, la mitad de las cuales operaban en las calles aledañas a ese establecimiento, donde desde hace años se abastecen de rubros agrícolas pequeños negocios no sólo de esta ciudad, sino de otras latitudes del Cibao.
Dijo el administrador que la razón fundamental por la que arrendatarios de espacios han preferido retirarse definitiva y temporalmente, es porque los productos que adquirían se les deterioraban por completo, debido a la falta de clientes.
Morales definió el Hospedaje Yaque como un parámetro perfecto para tener la más amplia apreciación del movimiento económico en esta ciudad y el resto del Cibao “pues los integrantes de las clases baja y media vienen aquí a comprar los productos que se cosechan en el campo, adquiriéndolos casi a mitad del precio que los compran en otros lugares”.
“Pero la falta de dinero está alejando paulatinamente a los clientes tradicionales, lo que provoca entre los vendedores grandes pérdidas, pues muchos de los productos se les dañan, mientras que otros deben ofertarlos a costos por debajo de los que tuvieron que pagar”, enfatizó.
La versión de Morales fue corroborada por Nicolás Marte, quien se quejó de que, en adición de los pocos compradores que ahora visitan el Hospedaje Yaque, algunos productos agrícolas en los últimos días han subido de precio.
Se pudo comprobar que la libra de yuca que la semana pasada se vendía a tres pesos con 50 centavos, ahora se cotiza a cinco pesos y un aumento similar se siente en el ciento de naranjas de jugo.
Los plátanos amarillo, verde y los guineos mantienen los precios de semanas atrás, pero la señora Amalia Toribio aseguró que no importa el tamaño de los mismos “porque por igual poca gente viene a comprar y todo porque el circulante casi no se percibe”.