Muchos teniamos la esperanza de que la clase política, desde los que nos gobiernan hasta los que hacen oposición, hubieran entendido el mensaje de cambios necesarios que el pueblo, sabio aunque iletrado, les ha enviado en las útlimas dos consultas electorales. UN CAMBIO NECESARIO.
POR GERMAN MARTINEZ.
Pero las decisiones del pueblo en las urnas, la derrota del PRD en ambos casos, no han sido experiencias lo suficientemente edificantes para que muchos dirigentes de alto nivel del PRD y del PLD, para no mencionar al reformismo que parece tránsitar por otros y más beneficiosos derroteros, no acaban de aceptar como claro mensaje de que se debe gobernar en beneficio de las mayorias, y que no se le deben ir los cargos a la cabeza, y mucho menos pretender mantenerse en el poder, cuando es claro el desgas te y el comienzo de la recta final que lleva a perder el poder.
Ahora llegamos a un nuveo año, con una alta dosis de pesimismo, convertido de pron-to en un espanto al visitar dos dias depués los colmados y Supoermercados apesar de la muchas veces que se nos dijo que el paquetazo no perjudicaria a los que no nacimos ricos, ni nos hemos hecho ricos con los dineros del pueblo, ni con la maldita droga, ni con negocio alguno.
Pero en el firmamento brilla con luz propia una esperanza convertida en realidad, en potencial gobierno para las mayorias, con presencia de todos los sectores nacionales, en el pre-candidato del PRD Miguel Vargas Maldonado, a quien una parte de los responsables de los males nacionales le quieren cerrar el paso, en una alianza conven-cionera, con las claras excepciones que confirma la regla, que puede negarle al pueblo y al país la oportunidad de ser definitivamente bien dirigido, no con una nueva forma de hacer política, adecentandola, sino en gobernar para y por el pueblo, que es la esencia de la democrácia, que debemos mantener a toda costa y apesar de los grandes males y dolores que hoy padecemos.
Aunque en la otra cera quieran decirnos con cifras, lo que no sentimos en los estomágos y que está divoricado, a años luces, del duro comienzo del presente año, y esperando nuevos golpes en los días que ya se nos presentan negros, y dolorosamente preocupantes para un país digno de mejor suerte, y mejor gobierno.