SANTO DOMINGO.-Un estudio realizado por el Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria (IIBI), recomendó instalar una planta procesadora de biodiesel a partir de aceites comestibles usados y reactivar la agroindustria de la caña de azúcar, a fin de estar preparado para enfrentar los serios problemas que confrontará en las próximas décadas República Dominicana con la importación de combustibles fósiles (gasoil y gasolina). La investigación denominada “Diagnóstico de la oferta de materiales oleaginosos susceptibles de ser convertidos en biodiesel”, realizada por el IIBI con el patrocinio del Consejo Nacional de Competitividad, advierte que para que opere una planta que procese esta materia prima se debe recurrir a la importación, dada la poca producción de aceites comestibles usados que se registra en el país.
“La conclusión a que arribamos es que el volumen de aceite, grasas y sebo de que disponemos, de ser convertido en biodiesel representaría solo un 1.14% del consumo anual, estimado en 350 millones de galones de gasoil / año y que la utilización de dicho volumen convertido a biodiesel no es un aporte realmente significativo desde el punto de vista energético, sin embargo, lo es desde el punto de vista ambiental ya que estos son materiales contaminantes del medio acuoso”, expresa el estudio.
Al revelar estas conclusiones, la directora del IIBI, doctora Bernarda Castillo, dijo que la investigación recomienda específicamente, “instalar una planta procesadora de biodiesel a partir de aceites comestibles usados, respectivamente para Santo Domingo y el Distrito Nacional (417), la zona norte (Puerto Plata) y la zona este (Bávaro).
Establece, asimismo, que en el caso de la zona sur, donde se determinó que no existe una generación significativa de aceites comestibles residuales, se recomienda el cultivo de plantas oleaginosas capaces de subsistir en dicho medioambiente, así como el aprovechamiento de las grasas de origen animal provenientes de mataderos.
Asimismo, el estudio recomendó realizar estudios técnicos, económicos y ambientales para la instalación de estas “plantas procesadoras de las distintas fuentes de materia prima oleaginosas susceptibles de ser convertidas en biodiesel”.
Señaló que partiendo del conocimiento de que la sola utilización de los materiales de desecho por si solos no aporta significativamente a la demanda nacional de gasoil, se hace necesaria en el corto plazo la utilización de materia prima de importación de bajo costo, como medida paliativa en lo que se establece una agroindustria local de energía.
Resaltó que esta investigación constituye “un diagnóstico sobre la cuantificación y disponibilidad de material oleaginoso de origen biológico (aceites, grasas) disponible localmente susceptible de ser convertido en biodiesel”. Añadió que el estudio realizado por el IIBI forma parte del proyecto nacional del Consejo Nacional de Competitividad (CNC) “Elaboración de una Estrategia Preliminar para la Producción y Fomento de Biodiesel a partir de Distintas Fuentes Oleaginosas”, el cual forma parte de la iniciativa conjunta IIBI/CNC/CNE /IDIAF/FONDEC.
“Es un hecho que nuestro país, la República Dominicana, presenta una economía dependiente en lo que respecta a combustibles fósiles y se predice que estos se agotarán hacia el 2050. Sin embargo, el costo de los mismos será tan alto hacia el 2025 que los países del tercer mundo pueden enfrentar serios problemas para su compra”.
Según la doctora Castillo, esta investigación entiende que “se hace necesario la búsqueda de alternativas a la problemática de los combustibles fósiles y una de estas alternativas es el biodiesel, cuya materia prima más relevante para la fabricación del mismo son materiales oleaginosos de origen biológico”.
“Es importante también considerar como medida estratégica gubernamental la reactivación de la agroindustria de la caña de azúcar”, significó la especialista. Y agregó: “Este producto es la fuente del alcohol etílico (etanol), segunda materia prima necesaria para la producción de biodiesel. Es lógico suponer que a medida que los depósitos fósiles de petróleo se agoten, las materias primas para la fabricación de combustibles alternativos experimentarán un alza, siguiendo la ley de la oferta y la demanda”.
Precisó que si se reactiva la industria azucarera “la producción nacional del biodiesel no será afectada por los incrementos de precio del metanol o etanol en el mercado internacional”.
Explicó que la producción de etanol también contribuirá de manera significativa a la sustitución de gasolina, permitiendo mezclas de estos productos, de manera que el país estaría en capacidad de realizar sustituciones significativas en lo referente a los dos (2) combustibles más utilizados: gasoil y gasolina.
Volúmenes de aceites y grasas
Manifestó que como en el país no existen datos oficiales de la cantidad de aceites desechados (de origen biológico y no biológico), se hizo necesaria para el propósito particular del proyecto Biodiesel la determinación de los volúmenes de aceites y grasas de origen biológico generado a nivel nacional.
Señaló que para dicho fin se realizaron encuestas en todo el país a hoteles, restaurantes, comida rápida, fabricantes de picaderas (snacks), mataderos, fabricas de embutidos que poseen mataderos y compañías productoras de aceites.
La investigación reveló que, con respecto a los hoteles encuestados (98), los datos obtenidos indican que el consumo mensual es de 88,916 galones mensuales (1.07 millones de galones anuales), de los cuales se desecha un 30.10% (26,762 galones mensuales = 0.32 millones de galones anuales).
En cuanto a los restaurantes y establecimientos de comida rápida (723) se consumen 93,948 galones mensuales (1.13 millones de galones anuales) de los cuales se desecha un 57.98% (54,472 galones mensuales = 0.65 millones de galones anuales). En lo referente a fábricas de snacks (3) se encontró que consumían 43,644 galones mensuales (0.52 millones de galones anuales), de los cuales se desecha un 33.68% (14,699 galones mensuales = 0.18 millones de galones anuales). Los mataderos encuestados (73) sacrifican un total de 30,700 animales de diferentes especies con una producción de manteca y/o sebo de 228,615 galones mensuales (2.74 millones de galones / año), de los cuales un 72.19% es mercadeado, 13.80% es regalado, 11.39% es descartado y 2.62% es usado en procesos de fabricación de embutidos.
“Las fabricas de aceite tienen una capacidad instalada de 4 millones de galones mensuales (48.1 millones de galones anuales), siendo los de materia prima nacional coco y palma africana”, indicó el diagnóstico dado a conocer por la doctora Castillo.
Destacó que “la cuantificación de todas las encuestas a nivel nacional arrojó un valor global de 2.72 millones de galones anuales de aceite consumido por los 3 tipos de empresas consideradas (hoteles, restaurantes / comida rápida y fabricas de snacks), con una producción de aceite residual ascendente a de 1.15 millones de galones susceptible de ser convertido en biodiesel. La producción combinada (aceites y mantecas/sebos) aporta un total de 3.89 millones de galones”.
Indicó que realizando extrapolaciones al universo estadístico se obtuvo que para el país en el 2006 se consumirían 10.04 millones de galones con una producción de aceite residual de 3.70 millones de galones, con una media ponderada de 36.85% de generación de aceite residual a partir de aceite nuevo.
“Con respecto a los mantecas y/o sebos producidos en mataderos, se producirán en el país unos 5.44 millones de galones/año. El resultado combinado de todas la fuentes (aceites y mantecas / sebos) consideradas aportaría un total de 9.14 millones de galones anuales”, precisó.
Explica que “asumiendo una modesta recuperación de un 50% del material a nivel nacional, así como perdidas en la conversión de sebo bruto a sebo usable estaríamos frente a una disponibilidad de 4.17 millones de galones anuales de material oleaginoso susceptible de ser convertido a biodiesel”.
Agrega que dicho volumen representaría un 1.14% del consumo anual, estimado en 350 millones de galones de gasoil / año. “La utilización de dicho volumen convertido a biodesel no representa un aporte realmente significativo desde el punto de vista energético a las necesidades del país. Sin embargo, la utilización de estos productos contribuye a reducir de manera significativa la carga ambiental de dichos aceites y grasas como materiales contaminantes del medio acuoso, lo cual justifica la implementación de medidas de uso”, significa.
Establece, asimismo, que la mayor cantidad de fuentes generadoras de aceites, grasas y sebos se disponen en Santo Domingo (251 fuentes. 0.9 millones de galones), el Distrito Nacional (166 fuentes. 0.2 millones) y la costa norte (285 fuentes 1.6 millones).
“La conclusión a que arribamos es que el volumen de aceite, grasas y sebo de que disponemos, de ser convertido en biodiesel representaría sólo un 1.14% del consumo anual, estimado en 350 millones de galones de gasoil / año y que la utilización de dicho volumen convertido a biodiesel no es un aporte realmente significativo desde el punto de vista energético, sin embargo, lo es desde el punto de vista ambiental ya que estos son materiales contaminantes del medio acuoso”, enfatizó la doctora Castillo.
Relaciones Públicas IIBI.
7 de enero, 2007