NUEVA YORK – Las autoridades estaban investigando la fuente de un misterioso olor similar a gas que cubrió el lunes una gran parte de Manhattan, desde el sur hasta el centro de la isla, y que obligó al cierre de algunos edificios y servicios de trenes.
Las autoridades disiparon el temor de los ciudadanos rápidamente y dijeron que no se sospechaba de un ataque terrorista.
"Hubo una pequeña fuga de gas en (la calle) Bleecker", pero "eso no puede ser la causa
del olor generalizado" en Manhattan, dijo el alcalde de Nueva York. "Estamos investigando y no creemos que haya víctimas por eso".
"No conocemos la fuente del olor, pero parece no ser peligroso", agregó.
El Departamento de Bomberos comenzó a recibir llamadas sobre el olor a las 9 de la mañana, dijo el portavoz Tom Hinchey. Había además reportes no confirmados de un olor similar en Nueva Jersey, al otro lado del río Hudson.
La Autoridad Portuaria de Nueva York y la de Nueva Jersey cerraron brevemente sus servicios de transporte como medida de precaución.
Bloomberg dijo que los sensores no han mostrado los niveles de altas concentraciones de gas natural que serían preocupantes para alertar a la ciudad. Subrayó que las autoridades aún no saben cuál es el olor y agregó que los ciudadanos pueden estar tranquilos con el aire de la ciudad.
"Puede tratarse solamente de un olor desagradable", dijo el alcalde.
El vocero del Departamento de Seguridad aseguró que no hay pistas que apunten a un ataque terrorista o una amenaza inminente de que se produzca uno en la ciudad. Dijo que estaban monitoreando la situación.
La portavoz de la alcaldía de Jersey City Maria Pignataro dijo que funcionarios le dijeron que el olor se debía a un escape de gas en el barrio de Chelsea, en Manhattan.
Los empleados de la empresa de gas y electricidad Consolidated Edison estaban investigando sus tuberías, pero dijeron que no hallaban cambios anormales en el flujo de gas en sus sistemas de transmisión, dijo el vocero Chris Olert.
Algunos edificios fueron evacuados como medida de precaución.
"Cuando descendí en una estación del tren subterráneo para cambiar a la línea A, en la Calle 4 del sector oeste de Manhattan, el olor a gas era tan intenso que llegué a sentir escozor en la piel, un sabor amargo en la boca y era difícil respirar ese aire, sabiendo que estaba contaminado", relató Carmen Hulbert, una periodista de la AP.
"Los pasajeros sin decir palabra alguna, olían y miraban a su alrededor, pero todos parecían coincidir en la pregunta: '¿De dónde viene ese olor a gas?'", agregó Hulbert.
"El olor era muy fuerte. Era miedoso", dijo Yolanda Van Gemd, una empleada de ASA, una escuela de negocios cerca al Empire State Building.
En agosto se produjo una situación similar en Queens y Staten Island. Siete personas fueron hospitalizadas.
El gas natural no tiene olor. Es un químico que le añaden que le da un olor reconocible por los humanos.