Están genéticamente modificadas y ponen huevos con proteínas útiles para fabricar fármacos contra el cáncer y otras enfermedades. Los expertos pertenecen al instituto Roslin de Edimburgo, donde se creó la oveja clonada Dolly.
Científicos británicos han creado varios tipos de gallinas genéticamente modificadas capaces de poner huevos que contienen proteínas útiles para fabricar fármacos contra el cáncer y otras enfermedades, informa hoy "The Sunday Times".
Los expertos del instituto Roslin de Edimburgo (Escocia), donde se creó la oveja clonada Dolly, han criado 500 gallinas ponedoras a partir de una especie común llamada ISA Brown, cuyo ADN manipularon con la introducción de genes humanos productores de proteínas. Esas proteínas humanas se localizan después en la clara del huevo, de la que pueden extraerse fácilmente para la elaboración de fármacos, explica el periódico.
Para modificar los genes de los animales, los expertos extrajeron embriones de las gallinas antes de que se convirtieran en huevos. Estos embriones, simples grupos de células, se inyectaron en otros huevos que fueron "infectados" con un virus transgénico que contenía genes humanos con la información genética necesaria para la elaboración de las proteínas humanas que los investigadores querían producir. Ese virus transportó los genes humanos a las células de los embriones, donde se incorporaron al ADN del ave.
Otros científicos habían logrado antes crear pollos transgénicos, pero esta es la primera vez que la modificación genética introducida perdura varias generaciones, lo que podría permitir un suministro en masa y de bajo coste de componentes para medicinas, añade "The Sunday Times".
Uno de los tipos de gallina creado por los científicos de Roslin produce interferona, un agente antiviral que se utiliza a menudo en los fármacos contra la esclerosis múltiple. Otro tipo produce miR24, que podría emplearse en un medicamento experimental con potencial para tratar cánceres de piel y artritis, según el periódico.
La directora del experimento, Helen Sang, llevaba desde 1997 intentando que funcionara la técnica, que, según el periódico, se detallará mañana en el último número de la revista estadounidense "Proceedings of the National Academy of Sciences".
"Esto tiene el potencial de convertirse en una muy buena manera de producir medicamentos especializados", declaró al rotativo Karen Jervis, de la empresa de biotecnología Viragen, que ha colaborado en el proyecto. "Hemos criado cinco generaciones de gallinas y hasta ahora todas continúan produciendo grandes concentraciones de fármacos", añadió.