NAIROOBI.-Más de 80.000 activistas pertenecientes a más de un millar de organizaciones sociales de más de un centenar de países se reúnen en Nairobi, la capital de Kenia, desde hoy y hasta el próximo jueves en la séptima edición del Foro Social Mundial (FSM), el mayor encuentro anual de ONG y grupos alternativos contrarios a la globalización.
El encuentro, que tradicionalmente se ha celebrado en Porto Alegre (Brasil), tiene este año el lema La lucha de las personas, las alternativas de las personas. La cita, especialmente simbólica porque se celebra por primera vez en África, se ha abierto esta mañana con una marcha de 5.000 personas por las calles de la capital.
Cinco días de resistencia
Los "cinco días de resistencia cultural y celebración", como han definido la cita sus organizadores, se han iniciado con esta manifestación, que ha partido de la barriada de chabolas de Kibera, donde 700.000 personas, un tercio de la población de Nairobi, se concentran en menos de dos kilómetros cuadrados, sin acceso a agua corriente u otros bienes de primera necesidad. A la cabeza de la marcha, un poco caótica porque las autoridades no han cortado el tráfico, una pancarta anuncia un viejo lema de este tipo de concentraciones: "Es posible construir un mundo diferente". En un ambiente festivo y al ritmo de instrumentos de percusión, algunos manifestantes portan carteles que señalan a Bush como el terrorista número uno.
La marcha se ha dirigido hasta el parque Uhuru, a unos ocho kilómetros de distancia, donde se ha celebrado la ceremonia oficial de apertura. Desde Sudáfrica, pasando por Malawi y después de haber atravesado Tanzania, una caravana de más de 20 autobuses a la que se unirán las comunidades de pastores masai del sur de Kenia se va a unir a la concentración.
Se pretende convertir este parque del corazón de Nairobi, por cuya preservación batalló sin tregua a finales de los años 80 la keniana Wangari Maathai, Premio Nobel de la Paz 2004, en una gran fiesta, que será amenizada por los conciertos de la sudafricana Yvonne Chaka Chaka, los kenianos Eric Wainaina y Suzanna Owiyo y el músico de Zimbabue Oliver Mtukudzi.
Un millar de actos
El FSM comenzó su andadura en 2001 en la localidad brasileña de Porto Alegre, donde permaneció dos años más antes de trasladarse a Bombay, en 2005, y a Venezuela, donde tuvo lugar su última edición en enero de 2006. Nació como una alternativa a la reunión del Foro Económico Mundial, que reúne anualmente en Davos (Suiza) a los líderes políticos y económicos de los países más desarrollados.
Esta edición responde a la voluntad del movimiento antiglobalización de acercarse de África, particularmente perjudicada por la extrema pobreza, el lastre de la deuda externa o la pandemia del sida, pero casi ausente, por falta de medios, de los foros sociales precedentes.
Sin jefes de Estado
Entre el millar de actos programados para esta cita, que condensará "la historia de la lucha africana contra la dominación extranjera, el colonialismo y el neocolonialismo" según la web del Foro, se espera la presencia del premio Nobel de la Paz por su contribución al desarrollo sostenible, el keniano Wangari Maathai, así como la celebración de un festival para los niños de Nairobi, muchos de los cuales han perdido a su familia a causa del sida y de otras enfermedades.
A diferencia de otras ediciones, a las que asistieron jefes de Estado como el venezolano Hugo Chávez o el brasileño Ignacio Lula da Silva, no habrá ningún jefe de gobierno, pero sí acudirán al encuentro antiglobalización el arzobispo emérito anglicano, Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz.
También se espera al sindicalista francés José Bové y a la gran figura del movimiento antiglobalización del oeste de África, Aminata Traoré. Si el año pasado las protestas se centraron en condenar el imperialismo de EE UU, este año serán en contra de la pobreza, por un comercio justo y contra la deuda externa.