Ha sido tanta la rebatiña, los pleitos, y las malquerencias dentro del Partido Revolucio-nario Dominicano, que resulta para una gran mayoria de los dominicanos casi imposible la realización y feliz culminacion de la convención pactada para el Domingo 28 del cursante mes de enero.
De ser asi las cosas, que nadie espere regreso al poder, y que nadie quiera venir a culpar de los problemas internos a quienes han demostrado estar siempre abiertos no solame-nte al diálogo, sino a despojarse de posiciones para no parecer intransigentes.
Todo parece indicar, a lo interno y lo externo del PRD, que Miguel Vargas Maldonado será el candidato ganador por mucho a poquito, y por lo tanto será el candidato para las elecciones de mayo del año que viene.
Apesar de la campaña sucia, que todavia sigue con el asunto del gallo en la funda, y de las acusaciones de derroche de dinero, y de todo cuanto han querido inventrase los contrarios a Vargas Maldonado, el país y los perredeístas en particular han querido una cara fresca, un discurso nuevo, y posiciones consonas con la realidad del momento, sin tanto acuerdo extraño, y sin tanto reparto dañino.
Vargas Maldonado ha jugado bien, y tiene una forma diferente de hacer política ha anunciado que buscará la unidad de todo el partido inmediatamente gane las elecciones internas, ojalá y sea apoyado por aquellos que derrotados no quieren admi-tirlo, y van a buscar la forma de ganar con acuerdos lo que le negaron las bases.
Pero en realidad lo que quiere el país, y los perredeístas, es la unidad en las alturas que las bases están unidas abajo, para buscar el poder, y gobernar para las mayorias nacio-nales, sin falsas promesas, ni locuras posteriores, con amor y seriedad, como debio de gobernar siempre el partido del pueblo y de la libertad.