USA.- Como sobreviviente respeto el concepto salud y no puedo llamar o clasificar a nadie y menos al Presidente que actualmente nos gastamos en Estados Unidos, con epítetos que aludan a su estado físico o mental. Tampoco puedo atribuirle al Presidente George Bush falta de ética. Sería negar que tenga una ética y la suya existe aunque sea conservadora y estática.
No hace falta que llame al Presidente Bush al celular de su hija hoy en subasta pública. No hace falta que me siente frente al televisor para ver su rostro demacrado por la Guerra. La suya es ya una voz vencida. Norteamérica no le cree una palabra al Presidente, y el lo sabe. Bush no esta loco, solo que demasiado consciente de que la Guerra se le fue de las manos.
Como trompo, Bush negocia con sectores en pugna o con los supuestos aliados de USA con la misma pasión con que los combate y los lleva a la horca. Hace poco un diario de Inglaterra hizo público que las masivas reservas de petróleo de Iraq, la tercera por su tamaño en el mundo, estaban a punto de ser abiertas a la explotación en gran escala por compañías petroleras occidentales bajo una ley controversial en el cual, según el periódico The Independent on Sunday, USA, o Bush tenía la cabeza metida hasta el “tuétano” y que daría a las grandes compañías petroleras como ser BP, Shell y Exxon, contratos de 30 daños de duración para extraer crudo iraquí y permitir la primera operación en gran escala de intereses petroleros extranjeros en el país desde que la industria fue nacionalizada en 1972.
Bush ha realizado operaciones clandestinas, y apoyado y/o creado un llamado Frente contra el Terrorismo, cayendo en estrategias poco claras al involucrar demasiados “malos” y “buenos” en la película de la guerra contra el terrorismo. El guión de Bush incluye a sectores religiosos comprometidos con el conservadurismo compasivo del Presidente basado en la extensión de la libertad y la democracia a través del mundo para derrocar el terrorismo.
Así George Bush, un día defiende a los sunitas y otro arremete contra los chiitas y viceversa, dejando de paso varios frentes abiertos y usando o dejando avanzar sobre el tablero mas peones de lo que resiste la estructura del Castillo. Hoy le tambalea la Torre, tiene que ser, mientras los informes de la Guerra provienen, de varias fuentes y dan al traste con los informes oficiales producidos por la firma consultora BearingPoint ,antes KPMG Consulting o KPMG LLP y vinculada indisolublemente a la crisis Enron/Arthur Andersen, que represento el más grande fracaso financiero de Estados Unidos.
A estas alturas, una se pregunta: ¿Es tan fiero el león como lo pintan? ¿O simplemente no hay un solo asesor que le traduzca al Presidente Bush, las tácticas y estrategias de Ernesto – Che- Guevara? El presidente debe echarle un vistazo a la llamada Guerra de guerrillas, la que como lucha de masas se lleva a cabo con el apoyo de la población para evitar un desastre total… Los planes a b y c del Che Guevara justamente es lo que llevan a cabo los chiitas y los sunitas al realizar combinaciones de estrategias, atacando a sus enemigos en forma esporádica con objetivos claros, precisos, directos que incluyen pronósticos de cantidad en las bajas de los soldados de las fuerzas interventoras y en las estructuras del gobierno impuesto.
No George Bush no esta loco, simplemente perdió la Guerra.