Apoyo, en todas sus partes, la línea editorial del periódico El Nacional en contra de los choferes y considero que es poco lo que se pueda decir de esos vándalos con ropaje de empresarios que se han creído que este país les pertenece. Desde hace mucho, los seductores “Pollitos” amparados en fraudulentos planes Renove, son la carnada por donde el pueblo dominicano muerde el veneno terrible de los desmanes de los choferes.
No es posible que en un país civilizado cuatro cuasi-iletrados y cuasi-analfabetos mantengan en zozobra a 8 millones de ciudadanos, de los cuales la mayoría trabaja, estudia, ama y progreso dignamente en la tierra donde vivimos todos.
No es posible que la autoridad pública cruce las manos ante los desmanes de estos seudo-dirigentes sindicales, de esos desaforados “padres de familia” que imponen el desorden en las calles y atentan contra la dignidad del pasajero.
Poco es llamarle “los dueños del país”.
Hay que apoyar a El Nacional en esa línea de opinión pública que busca motivar a las autoridades para decir “ya”, por fin, a esos empre-delincuentes del transporte.
Y que me embosquen y me maten por este artículo; pueden hacerlo, porque al fin ellos son los dueños del país.