SANTO DOMINGO.- La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) afirmó este martes que los hechos de sangre que envuelven a narcotraficantes tienen su origen, en un ciento por ciento, en las confrontaciones entre mayoristas y distribuidores. El Diario Libre revela hoy que en los primeros 29 días del mes de enero han ocurrido 79 muertes violentas en el país, un promedio de 2.7 muertes por día. Establece que las víctimas más recientes de este resurgir de la criminalidad fueron dos jóvenes abatidos a tiros ayer en el sector Los Solares del municipio Santo Domingo Este. Otras tres personas muertas el pasado sábado en Sabana Perdida, permanecían hasta ayer sin identificar en el Instituto Nacional de Patología Forense, cuyas estadísticas indican que en las primeras semanas de 2007 se produjeron 67 muertes por homicidios.
De acuerdo al mayor general Rafael Radhamés Ramírez Ferreira, presidente de la DNCD, los distribuidores de drogas se ven impedidos impedidos de cumplir sus obligaciones con los mayoristas, debido al acoso de la institución contra quienes manejan las diferentes modalidades de distribución de tóxicos.
Dijo que esa situación “es la que motiva estas acciones entre grupos vinculados al narcotráfico”, a consecuencia de la persecución “puesta en marcha en todo el país, con énfasis en la Capital, la provincia Santo Domingo, Puerto Plata y Santiago, lugares que personalmente defino como neutrales en la labor que estamos desarrollando”.
“Quien en verdad está atacando es la DNCD, a pesar de que no podemos dejar de reconocer las mil maniobras y diabluras a que apelan los narcotraficantes. La falta de pago a los suplidores, del lado de los distribuidores de narcóticos, es la causa principal que está originando tantas muertes entre los integrantes de ese sector del bajo mundo”, agregó el oficial, por intermedio de su portavoz, el periodista Roberto Lebrón.
Ramírez Ferreira sale al frente, de ese modo, al versiones de algunos medios de comunicación en el sentido de que el auge de las drogas ha aumentado en los últimos días, aunque el funcionario y militar dijo que los hechos que se registran en diferentes comunidades del país “tienen una relación directa en las pugnas provocadas entre mayoristas y minoristas de narcóticos”.
“El asedio iniciado por la DNCD contra el microtráfico, es decir contra los dueños de puntos, ha provocado una amplia represalia de los suplidores contra los minoristas, porque estos no pueden cumplir las obligaciones contraídas con relación al negocio de los estupefacientes”, dijo. La DNCD detiene un promedio de 45 personas diariamente en operativos y allanamientos realizados por su equipo operacional.
Sostuvo que la agencia antidrogas “no cejará ni un centímetro en su trabajo, el que realiza con el apoyo de la Policía y de todas las instancias de las Fuerzas Armadas, comenzando por los organismos de inteligencia, incluido el Departamento Nacional de Inteligencia” (DNI). “Seguiremos combatiendo ese flagelo, en el terreno que sus patrocinadores escojan, contando siempre con el apoyo de la prensa”, dijo.
Sin embargo, Ramírez Ferreira agregó que esa violencia causa gran preocupación a la DNCD, “por la forma como se liquidan entre los involucrados en el negocio de las drogas”, razón por la cual volvió a reclamar a los padres que vigilan siempre las actuaciones de sus hijos, comenzando con quienes se juntan. Las declaraciones del jefe de la DNCD fueron remitidas por escrito.
Manifestó que a pesar de que la responsabilidad de la DNCD es perseguir a los violadores de la Ley 50-88, la entidad tiene la obligación de trabajar en conjunto con el Consejo Nacional de Drogas (CND), en tareas preventivas, así como colaborar con las instituciones que tienen que ver con la rehabilitación de los adictos. “Esa es una tarea que no podemos ignorar”, expuso.
Admitió que el poder del narcotráfico es muy amplio, al extremo que apela a todos los recursos para aminorar las posibilidades que tienen los gobiernos para enfrentarlo, pero “eso no impedirá que la DNCD siga trabajando de manera firme y decidida contra ese mal que nos afecta a todos, sin importar la posición social y económica de los ciudadanos dominicanos”.
Indicó que las opiniones externadas en las últimas horas por prelados católicos, incluido en Nuncio Apostólico de Su Santidad, Monseñor Timothy Broglio; y el coordinador de la Pastoral Juvenil, Padre Luis Rosario, en el sentido de que ese necesario prestarle atención a ese mal, a los fines de evitar que los jóvenes y adolescentes caigan en las garras de la drogadicción y otras modalidades delictivas.
“La preocupación de esos hombres Dios, comenzando por el enviado del Santo Padre, es la mía y la de cientos de miles de dominicanos. El apoyo de la Iglesia, o más bien de las Iglesias, es fundamental en esta tarea que estamos desarrollando, tanto la DNCD como el CND, entre otras instituciones vinculadas a la prevención del uso de sustancias prohibidas”, concluyó Ramírez Ferreira.-
30 de enero, 2007.-