Anthony Santos es el más grande; no tiene igual

No hay bachatero que se compare a Anthony Santos. Es el más grande fenómeno del género. Otros, inclusive, podrán ganar premios por la labor y el impacto que hayan podido tener durante un año, pero eso no los iguala al gran coloso. Frank Reyes es de las figuras más trascendentes de la denominada música de amargue. Muchas de sus cnanciones han alcanzado categoría de éxitos en los últimos años. Su agenda de presentaciones se mantiene apretada y hasta se ha salido de la rutina habiendo llegado a exponer un gran espectáculo en el anfiteatro de Altos de Chavón.

Reyes es una figura de enorme popularidad, con una sólida presencia tanto a nivel nacional como internacional, pero no logra parangonarse con la encumbrada dimensión que en ese orden ha mantenido por años y años quien a sí mismo se ha definido como El Mayimbe de la Bachata.

El de Anthony Santos es un fenómeno que trasciende todos los parámetros, en el tiempo y en los hechos. No es el más grande bachatero de este tiempo; es probable que haya que reconocérsele como el más grande bachatero de todos los tiempos.

Tiene una interminable cadena de éxitos musicales, desde que hace buen tiempo el público conociera y disfrutara y continúe disfrutando intensamente su emblemático "Voy pa'llá" hasta nuestros días.

Sus presentaciones son llenos totales. Es el más demandado por los medios de comunicación: periodistas, programas de radio y televisión, y él se administra a su antojo en eso de acceder a entrevistas y presentaciones en canales.

Ha sido y es el más cotizado y siempre que graba su nueva producción discográfica trae consigo nuevos éxitos. Anthony Santos está en su trono. Es el Rey de la Bachata, una posición que le ha concedido el público por el embrujo de su música, de su estilo interpretativo y hasta por su excentricidad como figura del espectáculo.

Es por ello que nadie debiera, por todos estos tiempos, parangonarse con El Bachatú; ni Frank Reyes, a pesar de la trascendencia que ha tenido en estos años como cantante bachatero.

Cuando este autor e intérprete de la música de amargue se decida por presentar un espectáculo en grande, digamos en Altos de Chavón o en el Estadio Olímpico, le debiera poner por nombre "La bachata soy yo". Él es la bachata.

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