LA HABANA, Cuba – Unas horas antes de cumplirse 45 años de la imposición por parte de Estados Unidos del embargo contra Cuba, uno de los más importantes funcionarios isleños aseguró que dudaba sobre un cambio a mediano plazo en la actitud de asfixia económica y política adoptada por Washington.
"Hoy lo que tenemos que pensar es que la política actual (de Estados Unidos hacia Cuba) va a perdurar algún tiempo", comentó el presidente de la Asamblea del Poder Popular (parlamento), Ricardo Alarcón, durante el Congreso Pedagogía 2007, donde fue invitado a ofrecer una ponencia.
"Tampoco tenemos que suponer que si entra (tras las elecciones) un demócrata vaya a cambiar radicalmente. Todos nos han querido liquidar", agregó el legislador, uno de los principales analistas y asesores gubernamentales cubanos en temas estadounidenses.
La administración del presidente George W. Bush endureció las sanciones contra la isla con el declarado objetivo de lograr un cambio en el sistema comunista y de fuerte política estatista, para llevarlo a una transición capitalista y hacia el pluripartidismo.
Como mucho, pronosticó Alarcón, se podrían facilitar algunas cláusulas para los viajes de cubanoamericanos en visita familiar y algo del comercio unidireccional (de alimentos estadounidenses) hacia la isla.
Nueva propuesta en el Congreso
Tan sólo el pasado miércoles, varios legisladores estadounidenses presentaron un proyecto en el Congreso de su país precisamente para flexibilizar los arribos desde Estados Unidos, sin tener que pedir complicados permisos para venir a la isla.
"Es lo más que se plantea por ahora", comentó parlamentario cubano, también un cercano colaborador del convaleciente mandatario Fidel Castro, quien delegó el poder en su hermano Raúl y varios otros altos funcionarios en julio del año pasado.
En Washington, el legislador republicano Jeff Flake dio a conocer víspera su posición sobre el embargo justificando su pedido de una facilitación de los viajes.