La figura del entrenador Tony Dungy alcanzó su cuota más alta después que con los Potros de Indianápolis ganó su primer título de Super Bowl al derrotar 29-17 a los Osos de Chicago en la edición 41 que se disputó en el "Dolphin Stadium" de Miami y dejó la interrogante sobre su futuro.
Antes de haberlo conseguido, Dungy, que se convirtió en el primer entrenador afroamericano en ganar un título de Super Bowl, había manifestado la posibilidad de retirarse porque no quería seguir en activo después de haber cumplido 50 años.
Dungy ya ha cumplido 51 y dijo que cuando concluyese el Super Bowl se sentaría a valorar lo que iba a hacer con su futuro y todo parece indicar que está listo para seguir en activo y buscar la próxima temporada revalidar el título conseguido.
"Mantengo una gran pasión y entusiasmo por el deporte y después de todo lo que he vivido en las últimas 24 horas no pienso que estoy acabado o cansado, sino todo lo contrario volveré con más fuerza, aunque como es lógico tendré que evaluar mi decisión final", comentó Dungy a la agencia EFE.
El entrenador estrella de los Potros, que ganaron su primer título de Super Bowl desde que llegaron a su nueva sede de Indianápolis en la temporada de 1984 y el segundo desde que ganaron el primero en 1971 cuando estaban en Baltimore, reiteró que la evaluación de su futuro lo ha hecho al concluir cada temporada.
"No es algo nuevo, y ahora más que nunca tengo que ser honesto conmigo mismo para saber que es lo que puedo ofrecer al equipo de cara al futuro", valoró Dungy. "Mi sentimiento es que estoy listo para seguir adelante".
Dungy también dijo sentirse emocionado y feliz de ver como la barrera del racismo dentro de la NFL había caído y demostrado que lo único que cuenta es el valor y la capacidad que tienen cada profesional.
"La mejor demostración es cuando recibí una llamada del presidente de Estados Unidos, George Bush, que nos felicitaba por el triunfo y nos invitaba a visitar la Casa Blanca", explicó Dungy. "Han sido muchas emociones las vividas y todas han sido positivas para reforzarme en mis creencias como persona y profesional".
Dungy reiteró que el éxito había sido de todo los jugadores que habían demostrado un gran espíritu de sacrificio y confianza en todo lo que podían hacer en el campo.
"Superamos todos los obstáculos y además demostramos que fuimos un equipo con recursos y capacidad para buscar nuevos sistemas que nos abriesen el camino al triunfo", agregó Dungy, que volvió a destacar la gran aportación hecha por el mariscal de campo Peyton Manning, ganador del premio Jugador Más Valioso (MVP) del partido.
Manning, un gran especialista en los pases por aire, hizo una adaptación perfecta a las condiciones adversas que generó la lluvia constante caída sobre el "Dolphin Stadium" para avanzar por tierra con pases cortos y control del balón.
Tanto Dungy y Manning lograron no sólo el título de campeones del Super Bowl sino que también despejaron todas las cuestiones que pesaban sobre su validez y capacidad profesional para ganar un partido importante.
Dungy después de 11 años como entrenador profesional, quinta con los Potros, siempre había sido sus respectivos equipos considerados para luchar por el título del Super Bowl, pero nunca lo habían logrado y comenzaba a cuestionarse su liderazgo en los momentos decisivos.
El año pasado ya había conseguido que el equipo tuviese la mejor marca de la temporada regular, pero fueron eliminados por los Acereros de Pittsburgh en el partido por el título de división en su propio campo del RCA Dome.
Manning también se quitó la presión de no haber sido capaz de ganar un partido importante después de nueve temporadas como profesional y lo hizo con una actuación no brillante, pero si sobria y eficaz.
Algo que para Dungy mostró que Manning no tenía que ganar un título si quería demostrar todo lo bueno que es como profesional ya que lo había hecho en cada temporada.
"Si la gente piensa que Manning necesitó ganar un Super Bowl para demostrar lo bueno que es como jugador, entonces están equivocados", insistió Dungy. "Es un jugador que tiene garantizada su entrada en el Salón de Fama y uno de los más grandes de todos los tiempos, al margen de lo que conseguimos ante los Osos".
Sin embargo, el padre de Manning, Archie, que también fue un mariscal de campo titular en la NFL durante 14 años, pero nunca logró disputar la fase final, dijo que si era necesario que su hijo ganase el título de Super Bowl.
"Cuando ganas un anillo de Super Bowl es la culminación para cualquier profesional y además ahora la familia ya tenemos también la satisfacción de contar con uno en las vitrinas", comentó Archie.
Mientras, el comisionado de la NFL, Roger Goodell, reiteró que al margen de las malas condiciones climatológicas que se vivieron durante la disputa del Super Bowl, primera vez en la historia que llovió intensamente, el partido había sido "un gran partido", porque los elementos del tiempo forman parte del deporte del fútbol americano.