SANTO DOMINGO.-La secretaria de Estado de Educación, Alejandrina Germán, consideró que la sociedad en su conjunto debe asumir el compromiso de adoptar todas las acciones necesarias para frenar la violencia y la criminalidad que afectan el país.
Dijo que no sólo el Estado tiene que cumplir con su responsabilidad en ese sentido, sino otros estamentos sociales, particularmente la familia. A su juicio, para lograrlo se requiere de la construcción de una sociedad que actúe como “barrera moral” mediante la prédica de los valores morales en base al ejemplo de vida.
Señaló desde los estamentos públicos y privados, la escuela y las familias deben comenzar a dar esos ejemplos a las nuevas generaciones de dominicanos y de dominicanas.
“Estamos frente a un grave problema social que tenemos que enfrentar entre todos y todas, especialmente las familias, la escuela, los poderes públicos y cada ciudadano y ciudadana en particular”, expresó.
Germán emitió esas consideraciones durante su participación en el acto de izamiento de la Bandera Nacional Padre Sindulfo Andújar, en Villa Mella, junto a la Primera Dama de la República, doctora Margarita Cedeño de Fernández.
Particularmente entiendo que el Programa de Seguridad Democrática debe ser fortalecido, agregó, con la participación activa de los ciudadanos y ciudadanas, en vista de que muchas veces la violencia y la criminalidad escapan al simple control policial.
En ese contexto, consideró que la situación tiene ver con toda la sociedad dominicana, por lo que hay que asumir una postura firme frente a esa problemática a través del fortalecimiento de los valores de la familia y la escuela, así como ayudando a que cada ser humano tenga el nivel de satisfacción mínima a sus necesidades básicas.
La titular de Educación observó que además de lo que tiene que ver con la violencia provocada por otros fenómenos, “existe una violencia generada por las necesidades socioeconómicas propias de naciones pobres como la República Dominicana”.
La funcionaria dijo que a eso también se agrega el hecho de que en ocasiones se produce la falta de persecución y castigo adecuado de parte de la justicia cuando una persona comete un acto de corrupción o de cualquier naturaleza, convirtiéndose en un ejemplo negativo para la juventud dominicana”.