WASHINGTON, (IPS) – El presupuesto para el Departamento de Defensa de Estados Unidos solicitado al Congreso legislativo por el presidente George W. Bush, para el año fiscal 2007-2008, es el más grande desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Llamó la atención de la prensa que Bush haya propuesto volcar casi 623.000 millones de dólares para el año fiscal que comienza el 1 de octubre, de un total de 2,9 billones de dólares de presupuesto, a gastos de defensa y seguridad.
"El presupuesto más grande desde la era Reagan", tituló el periódico The Washington Post, con el subtítulo: "Iraq, Afganistán gastan más que la guerra de Vietnam" (1964-1975).
Por su parte, el diario The Congressional Quarterly señaló: "El gasto en la guerra superará a las marcas de la guerra de Corea (1950-1953) y Vietnam", en tanto que The New York Times tituló con la palabra "Récord".
Incluso el derechista The Washington Times se mostró impresionado, y uno de sus subtítulos rezaba: "La asignación a programas de seguridad superó a las de todo el resto del mundo combinadas", y en el primer párrafo del artículo indicó que fue "la más grande suma desde 1946".
"Lo que es extraordinario del presupuesto militar de este año es que es el más grande desde la Segunda Guerra Mundial, pero, por supuesto, no estamos peleando la Segunda Guerra Mundial", subrayó el experto en temas de defensa William Hartung, del Instituto de Políticas Mundiales, en Nueva York.
"Estamos combatiendo redes terroristas armadas con explosivos y rifles de asalto AK-47. Esto debe ser considerado un triunfo del lobby de las armas, que por supuesto nos vende cosas que no necesitamos cuando el presidente dice que estamos bajo peligro mortal", añadió.
Para poner la cifra en otra perspectiva, el paquete para el Pentágono es 10.000 millones de dólares más grande que el producto interno bruto registrado en 2005 por los 47 países de África subsahariana, incluyendo a Sudáfrica y a los petroleros Angola y Nigeria, según datos del Banco Mundial.
De hecho, el presidente de ese organismo multilateral, Paul Wolfowitz, quien hasta 2005 era el número dos del Pentágono, debe estar verde de envidia. Los préstamos de esa institución, la mayor fuente de asistencia al desarrollo internacional, es de unos 23.000 millones de dólares anuales.
A pesar del salto de 12 por ciento en su presupuesto por encima del año fiscal previo, el Departamento de Estado (cancillería) debe estar sufriendo retorcijones similares.
El presupuesto total de ese ministerio aumentará a un récord de 36.000 millones de dólares bajo el pedido de Bush, aunque unos 7.500 millones de estos serán destinados también a programas de defensa o seguridad, como créditos a países aliados para adquirir equipamiento del Pentágono o asistencia a la economía de los colaboradores clave en la "guerra mundial contra el terrorismo", como Pakistán y Jordania
Además, Israel y Egipto, también aliados de Bush en su "guerra contra el terrorismo", mantendrán su estatus, que data de los años 70, de principales receptores de ayuda estadounidense, de 2.400 millones y 1.700 millones de dólares respectivamente.
Por su puesto, los gastos de las operaciones militares estadounidenses en Afganistán e Iraq eclipsan por lejos lo que Washington destina a la ayuda internacional, incluso a sus clientes más favorecidos. Del total del presupuesto solicitado para el Pentágono, 141.000 millones de dólares son para volcar en esos dos países, donde están repartidos 165.000 soldados estadounidenses.
Esto significa que el Pentágono espera gastar unos 12.000 millones de dólares al mes en ambos países el año próximo, o cerca de 1.000 millones cada dos días y medio. En comparación, el Departamento de Estado recibió 1.000 millones de dólares para programas sobre migraciones, refugiados, hambrunas y desastres naturales para el año fiscal 2007-2008.
"Cuando se compara el presupuesto de defensa, nuestro rostro duro ante el mundo, con nuestro presupuesto para desarrollo o ayuda ante desastres, que es nuestro rostro suave ante el mundo, se ve claramente que es desproporcionado", dijo la analista Sheila Heerling, del Centro para el Desarrollo Global.
"La decisión (de Washington) es optar por las ganancias militares de corto plazo a las de desarrollo a largo plazo", añadió.
El Congreso ya había aprobado 70.000 millones de dólares para Afganistán e Iraq, pero Bush hizo un pedido adicional por otros 93.000 millones, lo que asciende el paquete a 163.000 millones de dólares.
Si el pedido de Bush es aprobado, el gasto total de Estados Unidos en operaciones militares desde 2001 crecerá a 662.000 millones de dólares el año próximo.(FIN/2007)