SANTIAGO.- El presidente de la Sociedad Ecológica del Cibao, Nelson Bautista, se mostró en desacuerdo con que la Tenería Bermúdez, cerrada en esta ciudad de manera temporal, tras comprobarse que contaminaba el río Yaque del Norte, sea reabierta sin que haya solucionado el problema de manera definitiva. “En todo caso, las autoridades de Medio Ambiente deberían actuar al revés: que los ejecutivos de esa empresa resuelvan las causas que originan la contaminación y que luego las autoridades determinen si permiten que vuelva a funcionar y no reabrirla para después prometer soluciones”, indicó.
La reacción del presidente de la SOECI se produjo esta mañana, al enterarse que existe la posibilidad de la Corporación Del Acueducto y Alcantarillado de Santiago aceptaría que la Tenería Bermúdez reconecte dos de las tres áreas donde procesan las pieles, lo que sería suficiente para que Medio Ambiente autorice que vuelva a operar.
Explicó que los mayores efectos de la contaminación que venía produciendo la tenería se reflejan de manera directa en las familias que residen en las comunidades de la Línea Noroeste, porque los productos químicos que iban a parar al río son extremadamente dañinos, hasta el extremo que producen cáncer, además de problemas de nacimiento a las personas y deformaciones físicas.
Sobre la apreciación del presidente de la empresa contaminadora, Aquiles Bermúdez, de que el cierre de la misma pone en peligro la inversión extranjera en el país, el presidente de la SOECI estimó que es al revés “porque se está poniendo en peligro inclusive el Tratado de Libre Comercio, que demanda que los países signatarios respeten las leyes ambientales”.
“Si alguna vez pretendemos sanear el río Yaque del Norte debemos empezar por los grandes contaminadores, porque entonces no habrá moral para enviar a prisión a quien lance a su lecho una carretilla de plumas de pollo, un pequeño camión de basura o que instale una ventorrillo en sus orillas, si mientras los que más contaminan reciben ese tipo de tratamiento”, sostuvo.
Bautista estimó que el expediente confeccionado por la procuraduría de Medio Ambiente contra la Tenería Bermúdez no debe considerarse como un caso aislado “sino el principio para tomar las medidas que debieron adoptarse hace muchos años, tal y como manda la ley sobre la materia y que se inicie el proceso judicial, para que adecúe su proceso de acuerdo a las disposiciones legales”.
El presidente de la SOECI consideró que el licenciado Jacinto Mejía, procurador de Medio Ambiente en esta provincia, está siendo objeto de muchas presiones políticas y económicas para que reabra la tenería, pero confió en que, al final, tomará una decisión que impida que desde dicha tenería se continúe contaminando el río Yaque del Norte.
Sobre la CORAASAN, el presidente de la Sociedad Ecológica del Cibao pidió a su director general, ingeniero Hamlet Otañez que continúe haciendo las evaluaciones de la contaminación y que, si va a permitir la reapertura, “entonces que se lleve a cabo un proceso de monitoreo diario, para evitar que se siga vertiendo al Yaque del Norte todos los tóxicos producidos en la Tenería Bermúdez”.