El pueblo cristiano procura honrar a Dios en obediencia a sus leyes. Sin embargo, ese mismo conglomerado religioso tiene el dilema de hasta qué punto la espiritualidad a través de la fe los conlleva a crear un mundo ilegítimo cuando las leyes “adjetivas” de sus congregaciones, voluntaria e involuntariamente, enarbolan con sus actos la injusticia. Es propicia la ocasión para hacer un llamado a la reflexión.
Es el momento que las autoridades eclesiales, las que ejercen los poderes del Estado y el conjunto de la Sociedad Civil emprendan acciones comunes para dirigir la República Dominicana por senderos de paz, y el camino más seguro para crear ese clima de paz es establecer parámetros legales claros y aplicar justicia.
Los dominicanos todavía tienen esperanza, todavía la gente cuenta con liderazgos incorruptibles, pero esa misma gente es la que clama en alta voz que necesita que se haga justicia.
La concepción de justicia que proviene del latín * Lustitiam * es el concepto que se tiene del bien común.
La justicia engrandece a la nación; más el pecado es afrenta de naciones ( Proverbios 14:34)
Los gobiernos, el congreso y los tribunales, así como empresarios, extranjeros y el pueblo en general, debemos meditar en el siguiente verso bíblico:
“Nuestra tierra está quedando desierta y la hierba del campo se marchita por la maldad de los que en ella moran, no sabiendo que hay uno mayor que nosotros que está viendo nuestro fin”. (Jeremías 12:4 ).
En algunos templos hay leyes, que suponen sustentadas en la suprema voluntad de un ser al que adoran y obedecen, gracias a Dios, en América Latina todavía no existe radicalismos de incluso merecer la muerte si alguno invalida sus leyes o normas, como algunas sectas orientales.
En nuestras congregaciones dominicanas es común regirse por estas normas, que según sus adeptos están enmarcadas en la voluntad de Dios, diría yo, el dios mamón (del dinero) o el disfrazado Angel de Luz, Lucero de la mañana, “Lucifer”.
Reconoce estas tablas de la ley humana? Si Moisés quebró las verdaderas TABLAS DE LA LEY DIVINA, cuando vio la ingratitud y desobediencia del Pueblo de Israel, que no haría hoy Moisés con tales panfletos que circulan en la actualidad??????
• Los hombres no deben tener bigotes ni barbas
• Las mujeres no usan pantalón
• A los que no son miembros de la iglesia local se les llama impíos
• Mientras más larga es la falda y más pálido el rostro de las mujeres son más santas
• Si Cristo regresa a la Tierra y estás viendo a Sanky Panky en el cine, te quedarás a sufrir la denominada Gran Tribulación
• Los “cristianos” que hablan en lenguas están ungidos y tienen el Espíritu Santo
• Si no estás legalmente unida (o) en matrimonio, aunque profeses la fe en Jesucristo, no puedes participar de la comunión o santa cena
Definitivamente que las reglas de los hombres religiosos han creado un abismo entre los seres humanos, hermanos por naturaleza, pero separados en nombres de sus injustas doctrinas y en ocasiones, nefastas costumbres y creencias.
“A las personas que actúan impíamente, que viven acechando como quien pone lazos, trampa, para cazar hombres; como jaula llena de pájaros, así están sus casas llenas de engaño; así se hicieron grandes y ricos.
Se engordaron y se pusieron lustrosos, y sobrepasaron los hechos del malo; no juzgaron la causa, la causa del huérfano, con todo se hicieron prósperos, y la causa de los pobres no juzgaron ( Jeremías 5: 26-28 )
Así como Dios acusó a los príncipes del Pueblo de Israel de prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda. ( Isaías 1:23 ). No son pocos los que hoy están en altos cargos administrativos y gerenciales, y en vez de servir al pueblo, se sirven del pueblo.
El código divino dice: Que si el juicio comienza por la casa de Dios, en donde quedará el impío y pecador? ( I Pedro 4.17).
La ley de Dios es útil para redargüir, para corregir, para instruir en justicia (II Timoteo 3.15)
En medio de este huracán de males que azota nuestra sociedad, como son la falta de alimentación y nutrición, un porcentaje ilegal aplicado al sistema educativo, una institucionalidad cuestionable, inseguridad social y desamor, parece que la justicia ha tomado vacaciones.
El Presidente de presidentes, el Rey de reyes y Señor de señores nos hace un llamado a la reflexión, porque Jesucristo es un maestro lleno de sabiduría, experimentado en quebrantos y fiel propulsor de la paz y la justicia, condiciones que el hombre debe crear primero desde su interior para provocar los cambios sustanciales que amerita nuestro pedacito de Tierra.
Lo indiscutible es que los seres humanos han sido creados a imagen y semejanza de Dios, sus iniciativas de hacer el bien parten de esta realidad natural, pero otra fuerza en pugna le incita a obrar con malicia, pero mira al Cielo y pide a Dios que siembre sus leyes en tu corazón y desde allí nadie las podrá falsificar.
Cuando tengas que discernir, hazlo con objetividad, hazlo con justo juicio, Dios te invita a propiciar justicia para el agraviado. ( Isaías 1:16-17)
El pueblo dominicano lamentablemente ha perdido la fe en los políticos, en las instituciones, en los poderes del estado, porque no funcionan, claro que toda regla tiene su excepción, y hay quienes están haciendo esfuerzos por implementar la justicia.
Toma tu decisión de aplicar la justicia de Dios, dice las Sagradas Escrituras, que no debes perder la paciencia a causa de los malos, muy pronto, Dios exhibirá tu justicia así como brilla el sol en su mayor esplendor.
..El efecto de la justicia será paz, y la labor de justicia, reposo y seguridad para siempre.
(Isaías 32:17)
Toda injusticia es pecado (I Juan 5:17ª)
La justicia engrandece a la nación (Proverbios 14:34), así sea!
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