Buenos Aires, Argentina.-El prostíbulo en el que ocho dominicanas eran esclavizadas en el barrio porteño Once, fue clausurado por la Justicia Argentina. Las mujeres fueron contratadas para trabajar como camareras y luego se le obligaba a prostituirse. La investigación fue encabezada por la fiscal de instrucción porteña Marcela Sánchez, quien allanó el miércoles último el prostíbulo que funcionaba en el séptimo piso de Uriburu 578.
Allí, un hombre también dominicano fue detenido acusado de "reducción a la servidumbre", delito que prevé una pena de entre 3 y 15 años de prisión.
La titular de la Fiscalía de Instrucción 30 determinó el testimonio de tres de las damnificadas que, ni bien llegaban al aeropuerto de Ezeiza, la organización que las traía les decía que por haberles conseguido el pasaporte y el viaje, les debían entre 13 mil y 15 mil pesos, una deuda que debían saldar con prostitución.
La prensa argentina informa este viernes que las víctimas son chicas de entre 18 y 24 años -sus identidades se reservan para resguardar la investigación-, que por día realizaban entre 10 y 15 servicios sexuales y que llegaron a la Argentina con la falsa promesa de trabajar de camareras.
Los voceros judiciales indicaron que aún no se logró detener a la mujer dominicana que regenteaba el prostíbulo y además era la encargada de viajar a su país y traer engañadas a las chicas.
Los investigadores creen que la regenta, llamada "Wendy", está en República Dominicana reclutando y engañando a más jóvenes para su negocio.
El hombre detenido en los allanamientos es el hermano de esta mujer, días pasados recuperó la libertad luego de obtener una excarcelación, que ayer fue apelada por la fiscal Sánchez.
Las fuentes identificaron al imputado como William García, quien fue detenido el mismo día del allanamiento al prostíbulo en su domicilio.
En su indagatoria del viernes pasado, García dijo que el prostíbulo estaba a cargo de su hermana y que su función era repartir volantes que promocionaban el lugar y retirar la recaudación del departamento.
El caso se descubrió gracias a que una de las ocho "esclavas" tuvo que ser internada por una afección cardíaca, le contó a los médicos del Hospital de Clínicas su odisea y éstos radicaron la denuncia.
Esa mujer continúa aún internada, pero en el Hospital Argerich, donde será sometida a una cirugía.
Sus otras siete compañeras se convirtieron en testigos protegidas y quedaron a disposición de la oficina de asistencia integral a la víctima del delito de la Procuración General de la Nación, en un lugar secreto hasta que puedan volver a su país, revelaron las fuentes.
De las ocho dominicanas esclavizadas, sólo la que está internada y dos de las que fueron descubiertas en el prostíbulo se animaron a contarle su historia a la fiscal