SANTO DOMINGO.-Con una orquesta renovada, un “look” nuevo, y una línea de merengue orientada a lo urbano, el merenguero Pakolé llega nuevamente al ruedo musical con una propuesta que ya se siente en todo el Cibao.
Ahora el artista, que antes se veía solo en el frente de su grupo, ha preparado una orquesta donde tres jóvenes lo acompañarán para entregar al público una propuesta fresca y juvenil, donde el merengue de calle se hace sentir.
Pakolé, que pegó el tema "La tinajita", explica que ha decidido grabar merengue de calle porque entiende que este ritmo le ha dado mucho movimiento al merengue, y que por ende no se puede dejar desaparecer.
"Yo veo que las propuestas actuales son muy del momento, son temas que llegan y se van rápido, y entonces yo he preparado un disco con temas jocosos, pero que la gente puede escuchar tranquilamente y de seguro se le quedará para siempre", explicó el merenguero.
Además de presentar su orquesta integrada por 14 músicos, Pakolé prepara su nuevo disco titulado "Mi propia historia".
El artista dijo que estando en Miami orquestó este grupo y su línea de merengue enfocada a lo urbano, porque entiende que al merengue de calle le queda un trayecto largo por recorrer.
Dijo que siente que con este grupo ha llegado la hora para su gran pegada, de ahí que decidió entrar integrantes que sean cantantes.
Alberto, Jeremías y Deybi son los nuevos rostros que llegan a la orquesta del inquieto merenguero.
Anunció que tiene sonando en la radio el tema "Piña pelá", una composición jocosa que ya la gente empieza a cantar, y más adelante prepara el lanzamiento formal del grupo, la nueva producción y un vídeo clip que acompañará el tema que suena en las emisoras actualmente.
"Lo que busco es darle a la gente lo que ellos están pidiendo, un merengue rápido, bailable y con colores modernos de pueblo, manejado con buen criterio", agregó.
La banda tiene 14 músicos y cuatro integrantes en el frente, con una línea callejera donde estará presente al amor y el desamor.
La idea le llega a Pakolé después de que se dio cuenta en Estados Unidos de que la música de calle está en buen momento, y que por ende no se puede dejar que muera.