SANTO DOMINGO.- La delincuencia ha convertido el barrio de Herrera en tierra de nadie al decir de residentes en ese sector que a diario presencian enfrentamientos entre bandas de traficantes de drogas. El más reciente hecho de violencia ocurrió este sábado en la noche cuando dos hombres murieron en un enfrentamiento a tiros. Este hecho ocurrió en el sector El Libertador de Herrera, en el municipio Santo Domingo Oeste.
La Policía identificó a Deibri Mota Moya, alias Negro Yin, como uno de los muertos, quien tenía un largo prontuario delictivo, entre los que se citan atracos, homicidios y tumbes a puntos de drogas.
El otro muerto es Wilkins D’Oleo Féliz, de 23 años, quien, según se informó dejó una mujer con ocho meses de embarazo.
El hecho se produjo anoche, a las 7:45. Una de las versiones que maneja la Policía es que Wilkins y Negro Yin llegaron a pie a la calle Progreso, junto a otros pandilleros con la intención de matar a un hombre involucrado en supuestos negocios de drogas, “pero fueron emboscados y acribillados a balazos”, dijo uno de los vecinos.
Otra versión afirma que Wilkins y Negro Yin se pelearon porque no pudieron hacer el trabajo, y que el primero mató al segundo con una escopeta calibre 12 y de inmediato los demás ejecutaron a Wilkins.
Los vecinos dicen que se produjo un tiroteo que duró varios minutos y que luego el grupo huyó.
Según la Policía, Negro Yin se dedicaba a ejecutar personas por encargo y estaba siendo buscado por varios homicidios. Era conocido como un vendedor de drogas de la calle Tercera, de Buenos Aires, y del barrio Libertador, de Herrera.
Los vecinos y algunos familiares que se encontraban anoche en la calle Progreso, donde ocurrió el tiroteo, dijeron que Wilkins había cogido el camino de la delincuencia y que no se llevaba de consejos.
Durante el enfrentamiento entre las dos bandas, una que dirige un tal Nando en la calle Tres, los vecinos tuvieron que entrar para sus casas y cerrar las puertas, por temor a ser alcanzados por la intensidad de los disparos que éstos hacían.
“Esos muchachos subieron a pie desde la calle Tres, y al cruzar frente a mi casa iniciaron un tiroteo que no nos costó más que cerrar las puertas de la casa y tirarnos al piso” explicó una señora que no quiso que se le identificara al diario El Caribe.