Un nuevo aniversario del nacimiento del más grande lider de masas del pasado siglo se va a celebrar dentro de pocos días, y como es natural su familia de sangre, y su inmensa familia politica prepara actos para conmemorar dicha efemerides.
Pero lejos de cualquier tipo de recordación al lider fallecido, timado, ofendido, insultado, mediatiza-do, obligado a claudicar ante en chantaje de politiqueros de todos los tiempos, creo que es deber del partido y precisamente de parte de esos señores auto-exiliarse del partido y de los cargos de dirección, dejar que las cosas sigan en manos de gentes jóvenes, con futuro, con la vista puesta en un nuevo partido y en un nuevo gobierno alejado de las zancadillas, de las mentiras, de las re-formas y de las bajas promesas y bajas pasiones, un partido unificado, no ante el altar de una igle-sia, ni ante la tumba del lider, sino ante el país con un contundente comunicado dando apoyo sin reservas y sin reparto al candidato electo por las bases.
Una página poniendose a los órdenes como soldados rasos de una causa que debe ser de todos y que fué el ejemplo y el mejor regalo que le pudieron dar los de abajos al festejado, a ese festejado para las cámaras de televisión, para las falsas promesas, paras las flores muertas antes de recibir los rayos del sol.
Un cumpleaños de Peña con Miguel Vargas Maldonado con el camino limpio, sin las excusas de que nada se hace por amor al arte, un cumpleaños donde el candidato pueda escoger lo mejor del PRD y de la sociedad, un partido nuevo, con un candidato nuevo.
Y cantemosle todos el más belllo felizs cumpleaños al hombre que tuvo que sacrificar tanto en aras de la unidad y del amor a su partido, a su pueblo y a su gente.