TEHERÁN, 5 mar (IPS) – Irán, país de mayoría chiita pero con grandes grupos étnicos como kurdos, árabes y balochis, de la rama sunita del Islam, ha sido durante años vulnerable a la inestabilidad y a los ataques terroristas, que las autoridades por lo general atribuyen a fuerzas del exterior. "Los servicios de inteligencia obtuvieron información que muestran a Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel detrás de la inestabilidad de los últimos años en varias partes de Irán, incluyendo a las provincias de Khuzistán, Kurdistán y Azerbaiyán Occidental", señaló el ministro de Inteligencia iraní Mostafa Pour Mohammadi, según la Agencia de Noticias Aftab.
El mes pasado, el grupo separatista Jundullah (también llamado Movimiento de Resistencia Popular Iraní) hizo estallar un coche bomba en la sudoriental ciudad de Zahedán, matando 13 miembros la Guardia Revolucionaria Iraní.
Mientras, se desataron choques entre las fuerzas de seguridad y las guerrillas del grupo separatista kurdo PJAK en torno a la noroccidental ciudad de Khoy.
Más de 50 por ciento de los 71 millones de iraníes son de la etnia persa, 24 por ciento son azeríes, siete por ciento kurdos, ocho por ciento mazandaranis y gilakis, tres por ciento árabes, dos por ciento luris, dos por ciento balochis y dos por ciento turkmenos.
"En el último año y medio, y luego de los ataques aéreos sobre las bases del PJAK en el norte de Iraq, los choques con militares iraníes se incrementaron. Los combates aún se producen en su mayoría en los puestos fronterizos, pero el último fue más intenso y ocurrió dentro de suelo iraní", dijo el parlamentario Abed Fattahi.
Un helicóptero militar se estrelló el viernes pasado, a 17 kilómetros de la frontera, muriendo nueve uniformados, dos de ellos de alto rango. El PJAK, que se atribuyó el atentado, tiene conexiones con el Partido de Trabajadores del Kurdistán, con bases en Turquía y en el norte de Iraq.
El mismo grupo había hecho estallar en septiembre un oleoducto que une a Irán con Turquía.
Los militares iraníes informaron que, por problemas técnicos, el helicóptero debió hacer un aterrizaje de emergencia, tras lo cual estalló. Pero el PJAK divulgó una declaración en la que aseguraba haber abatido la nave con misiles SAM-7.
"Los enemigos, en particular Estados Unidos, Gran Bretaña y el régimen sionista, buscan crear inseguridad a lo largo de las fronteras del sudeste y del noroeste a través de sus mercenarios", afirmó el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, Rahim Safavi, según la agencia de noticias Fars.
"Pero las fuerzas armadas iraníes están plenamente preparadas para aplastar con el máximo poder cualquier movimiento de los antirrevolucionarios y los bandidos y mafiosos aliados con el exterior", añadió.
A pesar del ahorcamiento público días atrás de miembros del Jundullah responsables del atentado en Zahedán, la calma no regresó a la región del sudeste.
Un ataque la semana pasada contra las fuerzas de seguridad en Sistán y Balochistán por parte de "bandidos armados" dejó un muerto y varios heridos, dijo un comandante militar a la agencia de noticias Mehr.
El conflicto étnico en el Kurdistán y en las ciudades kurdas de Azerbaiyán Occidental data de los primeros días de la Revolución Islámica, de 1979.
En julio de 2005, la divulgación de fotografías del cuerpo torturado de un joven activista kurdo asesinado por agentes del gobierno en la noroccidental ciudad de Mahabad desató disturbios en las provincias de Kurdistán y Oroumiyeh. Pero estos fueron rápidamente reprimidos y más de 100 activistas kurdos fueron detenidos.
Los kurdos, muchos de ellos sunitas, han peleado durante años por sus derechos civiles. No obstante, han apelado cada vez más a vías políticas para sus reclamos y paulatinamente fueron abandonando las armas.
Sin embargo, PJAK y Komele, ambos grupos izquierdistas, todavía siguen combatiendo, algo que para muchos activistas kurdos es inútil, explicó a IPS un periodista de ese grupo étnico que prefirió no ser citado por su nombre.
"La libertad de expresión y la libertad para usar su lengua madre en la educación son las principales demandas del pueblo kurdo. Hay varios millones de kurdos en este país, pero no hay ninguno que sea funcionario de alto rango en el gobierno", indicó.
"Es casi imposible para un kurdo, especialmente sunita, escalar a altas posiciones. Y las elecciones nunca son libres. Existe un procedimiento de investigación de antecedentes, no solo para los kurdos y otras minorías, sino para todos los ciudadanos, lo que sirve de poderosa herramienta para impedir que la oposición integre organismos como el parlamento o los concejos de las ciudades y aldeas", añadió.
Los chiitas azeríes, que constituyen la principal minoría étnica en Irán, tienen sus propios reclamos. En mayo de 2006, una caricatura publicada en un periódico oficial supuestamente insultando a líderes azeríes provocó manifestaciones y disturbios en la ciudad de Tabriz, que rápidamente se propagaron a otras localidades, causando varias muertes.
El Khuzistán, en el sudoeste, es otra zona problemática. Hogar de dos millones de árabes, la provincia cuenta con gran parte de los campos de petróleo del país.
Muy afectada por la guerra entre Irán e Iraq (1980-1988), es una de las zonas menos desarrolladas y ha sido frecuente escenario de disturbios y atentados terroristas por parte de grupos separatistas árabes en los últimos dos años. Los ataques, contra oleoductos y áreas urbanas, causaron muerte y destrucción, en particular en la capital Ahwaz.
"Un total de 40 hombres fueron encarcelados en conexión con el ataque (en Zahedán) y 22 fueron sentenciados a muerte. Algunos no tuvieron ninguna participación en el atentado, pero tenían bombas en su poder. Uno de ellos era menor de edad en el momento de su arresto y otro fue detenido dos meses antes de que se perpetrara el ataque", dijo a IPS el presidente de la Sociedad para la Defensa de los Derechos de los Prisioneros, Emadeddin Baghi.
De los 22 sentenciados a muerte, 12 fueron ahorcados, tres de ellos el mismo día de los ataques en Zahedán.(FIN/2007)