SANTIAGO.- Se desarrolla exitosamente la zafra tabacalera 2006-2007, cuya programación inicial fue de 142 mil tareas, pero que finalmente se sembraron 152 mil, 288 tareas de las diferentes variedades que se cultivan en el país. Los datos sobre el particular los ofreció el ingeniero agrónomo Adalberto Rosa, director del Instituto del Tabaco de la República Dominicana, quien dijo que esa cifra representa un incremento de siembra de 7.24 por ciento sobre lo programado.
En la variedad de tabaco denominado “piloto” se sembraron 89 mil,381 tareas, superando en casi un 50 por ciento lo programado, en tanto que la denominada como Criollo descendió nuevamente, alcanzando apenas el 45 por ciento de la cantidad de tareas programadas.
De su lado, el tabaco destinado a la elaboración de andullos mantiene de manera constante un ligero aumento en su superficie de siembra en los últimos años, de acuerdo a los datos aportados por el director del INTABACO.
Resaltó que en la etapa inicial las fuertes lluvias afectaron la producción de plántulas, provocando que en muchos casos se tuviera que volver a regar semillas, y las primeras siembras realizadas en zonas de secano sufrieron los efectos de la falta de agua, afectando su productividad.
Pero el ingeniero agrónomo Rosa aseguró que esos factores no fueron determinantes ya que luego se presentaron las condiciones climáticas favorables para el buen desarrollo de todo el proceso: semilleros, trasplante, labores culturales, cosecha y secado, “lo que ha permitido obtener una cosecha de buena calidad y con una productividad por encima del promedio de los últimos años”.
“La presencia del Instituto del Tabaco en cada zona tabacalera del país, proporcionando a tiempo asistencia técnica de calidad, servicios y los insumos necesarios para cada etapa del cultivo, ha sido determinante para el éxito de la presente cosecha”, puntualizó.
Los principales aportes del INTABACO durante esta zafra son: distribución de 8.9 millones plántulas de tabaco producidas en bandejas en los invernaderos de la institución; preparación (corte y cruce) de 32 mil,645 tareas de tierra para la siembra, distribución de fertilizantes y otros insumos agrícolas, en coordinación con las principales empresas que financian la producción tabacalera, además de madera y materiales para la construcción de ranchos y casas de curado del tabaco. También existe un programa de asistencia a los pequeños productores de zonas marginales.
Declaró que, como consecuencia de la combinación los factores climáticos favorables durante la mayor parte del tiempo y la aplicación oportuna de los programas que implementa el INTABACO, el sector tabacalero dominicano está en los actuales momentos frente a lo que parece ser una de las mejores cosechas de tabaco de los últimos tiempos.