BAGDAD – Seis soldados estadounidenses murieron el lunes en el norte de Bagdad, en uno de los peores ataques terrestres en meses a las fuerzas del país norteamericano, y otros tres fallecieron en un incidente separado fuera de la capital, dijo el martes el Ejército. La violencia se produce mientras las tropas estadounidenses e iraquíes están intensificando una campaña de seguridad, que ya lleva tres semanas en Bagdad, y que apunta a controlar el baño de sangre sectario, relata la agencia Reuter.
Los comandantes han expresado que los insurgentes pueden intensificar los asaltos fuera de la capital debido a la concentración de fuerzas en Bagdad, en donde se desplegaron más de 90.000 soldados de Irak y Estados Unidos para la misión.
En el más mortífero de los dos ataques contra las fuerzas estadounidenses, seis soldados murieron y otros tres resultaron heridos por una explosión a la vera de una carretera cerca de sus vehículos, en la provincia de Salahaddin, un bastión de los insurgentes árabes sunitas, dijo el Ejército.
En un incidente separado, también el lunes, tres soldados estadounidenses murieron y uno recibió heridas por una explosión cerca de su vehículo en la provincia de Diyala, al noroeste de Bagdad.
Los comandantes de Estados Unidos están preocupados por el incremento del uso por parte de los insurgentes de un tipo de bomba para los costados de los caminos particularmente mortífera que, dicen, está fabricada en Irán.
Los dispositivos han provocado la muerte de más de 170 soldados estadounidenses en Irak desde el 2004.
Más de 3.170 soldados estadounidenses murieron en Irak desde la invasión, conducida por Estados Unidos, en marzo del 2003.
En el último episodio en una serie de ataques contra peregrinos chiítas que se dirigen a la ciudad santa de Kerbala para conmemorar una importante festividad religiosa, cinco fieles murieron y otros 10 resultaron heridos por un coche bomba en el centro de Bagdad, indicó la policía.
Al menos siete peregrinos resultaron muertos el lunes en varios ataques en Bagdad.
Los insurgentes árabes sunitas frecuentemente atacan a peregrinos y sitios chiítas en los que autoridades estadounidenses e iraquíes dicen es una campaña para desatar una guerra civil sectaria.
Un día después de que un suicida con bomba devastó el histórico distrito de librerías de Bagdad, provocando la muerte a 30 personas, los residentes sacaron de entre los escombros en llamas en la calle Mutanabi nueve cuerpos carbonizados, dijeron testigos.
"Vi como se sacaba a nueve cuerpos. Estaban completamente quemados. Los bomberos no podían llegar a ellos ayer porque los comercios estaban llenos de libros y papeles y estaban en llamas," explicó el testigo, que trabaja para Reuters.
El ataque fue otro desafío para el primer ministro, Nuri al-Maliki, quien dijo que está satisfecho con los resultados iniciales de la campaña en Bagdad.
El lunes, por segundo día consecutivo, las tropas estadounidenses e iraquíes llevaron a cabo búsquedas casa por casa en Ciudad Sadr, un bastión de la milicia chiíta Ejército Mehdi. El Ejército Mehdi está comandado por el clérigo chiíta Moqtada al-Sadr.
(Reporte adicional de Mussab Al-Khairalla y Aseel Kami)