Múnich/Milán/Manchester. El Real Madrid siguió este miércoles al Barcelona fuera de la Liga de Campeones al caer ante el Bayern Múnich por 2-1 en octavos de final y desaprovechar la ventaja de 3-2 obtenida hace dos semanas en la ida. Sí quedaron entre los mejores ocho el PSV Eindhoven, el Manchester United y el Milan.
PSV Eindhoven hizo buena su victoria de ida sobre el Arsenal con un empate a un tanto. Los dos goles en Londres fueron obra de Alex, primero en contra a los 58 y luego en el arco correcto a los 83. El Manchester United repitió su victoria de la ida por la mínima diferencia sobre el Lille, con un gol de Larsson a los 72 minutos.
El último en sellar el pase a cuartos fue el Milan, que necesitó llegar a la prórroga para que Kaka metiera el 1-0 después de que los 90 minutos iniciales terminaran sin goles, al igual que el partido de ida en Glasgow. El brasileño atravesó media cancha antes de empujar la pelota a la red de Artur Boruc.
En Múnich, el primer gol del partido lo marcó el holandés Roy Makaay cuando apenas habían pasado 10,02 segundos. Makaay es ahora el goleador más rápido en la historia de Champions, tras superar el récord previo en manos de Gilberto Silva, que en 2002 marcó con la camiseta del Arsenal tras 20,07 segundos ante el PSV Eindhoven.
El Real Madrid pagó su escasa apuesta ofensiva. Tras el gol récord de Makaay, el 2-0 fue obra del brasileño Lucio, que remató de cabeza un corner en el minuto 66, mientras que el holandés Van Nistelrooy descontó de penal en la recta final.
El técnico madridista, Fabio Capello, había diseñado un partido de lucha, con dos mediocentros defensivos, Emerson y Diarra, en el equipo inicial. El plan estaba claro: defender la ventaja de 3-2 obtenida en el partido de ida en el Santiago Bernabéu.
Sin embargo, el programa se le vino abajo al italiano a los diez segundos de partido. El brasileño Roberto Carlos controló mal un balón, Salihamidzic se fue en velocidad y su pase no fue desaprovechado por Roy Makaay, que con un toque suave a la derecha de Casillas hizo estallar el júbilo en la caldera del Allianz Arena muniqués.
Capello, muy criticado en España por su estilo defensivo, se quedó helado. Su propuesta táctica había fracasado en el primer ataque del rival, pues con el 1-0 el Madrid estaba eliminado. Ahora debía marcar y para eso necesitaba jugadores de creación.
El Bayern esperaba su oportunidad al contragolpe, pero sentenció el partido en un corner, al aprovechar el defensa brasileño Lucio un error de marcaje madridista. Quedaban más minutos de partido, pero el Madrid estaba herido de muerte.
Sólo la entrada en el campo de Robinho despertó algo a los españoles. El brasileño intentó desbordar por la banda izquierda y en uno de sus desmarques forzó el penal. La tensión se palpaba en el ambiente y antes de lanzar la pena máxima, que Van Nistelrooy no erró, Van Bommel y Diarra se enzarzaron en una tonta disputa que terminó con ambos expulsados.
Quedaban ocho minutos para el final y el equipo español sólo necesitaba un gol para avanzar. Pero el Madrid de Capello no tiene suerte de cara y el Bayern, que parece renacer de sus cenizas en una discreta temporada, estuvo más cerca del tercero por medio del peruano Claudio Pizarro que el equipo blanco del empate.
En Manchester, los locales tuvieron que esforzarse para atravesar la compacta defensa del Lille, y no fue hasta el minuto 72 que un cabezazo de Henrik Larsson tras un centro de Cristiano Ronaldo metió al equipo en cuartos de final.
Y en Londres, el delantero brasileño Alex del PSV Eindhoven pasó de villano a héroe al encajar un autogol a los 58 minutos para luego cabecear dentro del arco correcto a los 83, enmendando su error. La victoria por la mínima diferencia en la ida dio a los holandeses el pase a cuartos.