RIO DE JANEIRO.-El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, formalizó este miércoles el aporte de unos 46 millones de dólares en recursos adicionales para financiar la preparación de Río de Janeiro a los Juegos Panamericanos, y rechazó las críticas según las cuales el costo del evento para el Tesoro se multiplicó por ocho.
"A esta altura del partido, nosotros tenemos que realizar los Panamericanos. Creo que no tiene fundamento alguno y es absurdo imaginar que nosotros estamos gastando diez veces más. Estamos gastando lo que fue el costo presentado", afirmó el mandatario.
Lula aseguró que el éxito o el fracaso del evento determinarán la imágen del país anfitrión: "Cuando se inauguren los Juegos Panamericanos, lo que quedará de ello es la imagen de Brasil. Nadie querrá saber de quién era la responsabilidad, si había o si no había dinero".
Según afirmó hoy el diario "Folha de Sao Paulo" el gobierno federal y la municipalidad y la gobernación de Río de Janeiro han invertido en las obras el equivalente de casi 1.470 millones de dólares, frente a los menos de 190 millones de dólares previstos en el documento elevado a la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA) en 2002.
Ese aumento de costos ocurrió pese a que no se cumplieron varios de los proyectos incluidos en el príneas de subterráneo que conectarían al centro de la ciudad y el aeropuerto con el aislado barrio de Barra da Tijuca, donde se ubicará la Villa Panamese realizará la mayoría de las pruebas del torneo.
En declaraciones a la agencia dpa, el secretario ejecutivo del Comité Organizador (CO-Río), Carlos Alberto Osorio, minimizó la importancia del aumento de los costos.
"Eso ocurre en cualquier planificación de grandes eventos. El presupuesto de la época de la candidatura se basa en conceptos, y no en el proyecto final. Han sido tomadas algunas decisiones que determinaron un costo superior", dijo.
Entre esas decisiones, Osorio destacó el estadio de atletismo que, por el plan original, sería construido para recibir a un público de 10.000 personas. En lugar de ello, los organizadores optaron por construir un moderno estadio en el barrio periférico de Engenho de Dentro, con capacidad para 45.000 personas.
De hecho, parte del aumento en los coste a la ambición de los organizadores y de las autoridades gubernamentales, que decidieron convertir los Juegos Panamericanos en una especie de "tarjeta de visitas" de la candidatura de Río de Janeiro a organizar los Juegos Olímpicos de 2016.
Esa fue la razón por la cual los brasileños abandonaron el proyecto original de reformar un centro hípico existente y en lugar de ello construir uno nuevo, que cumple todas las demandas internacionales.
gumentos oficiales, sin embargo, no logran convencer a todos: "Todo eso demuestra, como mínimo, incompetencia y, posiblemente, algo peor", afirmó el director ejecutivo de la organización Transparencia Brasil, Claudio Weber Abramo.
En declaraciones a "Folha de Saola presidenta de la comisión de Turismo y Deportes de la Cámara Baja, Lídice da Mata, calificó de "asustador" el aumento en el costo público del torneo que se realizará en Río entre el 13 y el 29 de julio.
"No se ha visto jamás una superación de presupuesto como que deje una herencia para la ciudad", protestó asimismo el diputado Brizola Neto, vicepresidente de la misma comisión.
Pese a las críticas y a las sospechas, el CO-Río confía en que las pesadas inversiones hechas hasta ahora resultarán en unos Juegos Panamericanos impecables, especialmente para los 5.500 deportistas de 42 países esperados para el evento.
"El principal cliente de los Juegos son los atletas. No estamos organizando un campeonato de transporte ni de tecnología", dijo a DPA el secretario ejecutivo del CO-Río.