SANTO DOMINGO.-En el béisbol, los jugadores súper estrellas son los que acaparan los contratos millonarios, la publicidad y la fama, pero los dirigentes son los encargados de mantener a esos jugadores unidos y motivados, con el propósito de guiar a sus conjuntos al objetivo final que todos persiguen: ganar. En la actualidad, el béisbol de las Grandes Ligas cuenta con tres managers que aunque no han terminado sus carreras, ya han acumulado méritos suficientes para ser considerados dentro del grupo de los más exitosos de todos los tiempos.
Ellos son Tony LaRussa, Bobby Cox y Joe Torre, quienes por sus logros alcanzados tienen muchas posibilidades de ganarse un puesto en el Salón de la Fama de Cooperstown.
LaRussa, es el capataz de los Cardenales de San Luis, a quienes llevó a conquistar la Serie Mundial el año pasado, para adjudicarse su segundo anillo de campeón, uno en cada liga, pues ya lo había hecho en la Liga Americana, en 1989 con los Atléticos de Oakland.
Inició su carrera con los Medias Blancas de Chicago en el 1979, para luego pasar a Oakland, con quienes estuvo hasta el 1996, y desde entonces ha estado al mando de los pájaros rojos. Sus victorias con estos tres combinados suman 2,297, que es la tercera mejor marca de todos los tiempos.
Además, el laureado manejador ha sido premiado en 4 ocasiones como el Manager del Año (1983, 1988, 1992, 2002), y también ha ganado 5 títulos divisionales.
De su lado, Cox empezó su trayectoria en 1978 y es el quinto mejor en la historia con 2,171 triunfos, repartidos entre los Azulejos de Toronto y los Bravos de Atlanta, siendo este último su conjunto desde 1990, y con el cual ha ganado su única Serie Mundial en la estación de 1995.
El dirigente de 66 años de edad, ha sido escogido 4 veces como el Manager del Año (1985, 1991,2004,2005) y condujo a su equipo ha ganar su división desde el 1991 hasta el 2005.
Finalmente, Torre ha dirigido a los Metros de Nueva York, Bravos de Atlanta, Cardenales de San Luis y a los Yanquis de Nueva York, obteniendo 4 Series Mundiales, todas con los Yanquis, con quienes también ganó la distinción de ser el mejor capataz en las temporadas de 1996 y 1998.
Es el más veterano del referido trío, ya que arrancó su ruta por las mayores en 1977 y desde entonces ha dirigido en 6 series finales. Es el décimo en el listado de máximos ganadores con 1,973 victorias, y en esta campaña busca convertirse en apenas en el manager número 10, en lograr los 2,000 triunfos.