SANTIAGO.- La procuraduría de Medio Ambiente avanza en el proceso de conocimiento de la demanda judicial contra los propietarios de la Tenería Bermúdez, acusados de contaminar el río Yaque del Norte, al descargar aguas desde sus depósitos de procesamiento de pieles. Así lo dio a conocer el licenciado Jacinto Mejía, procurador de Medio Ambiente en esta demarcación, quien informó que un perito al servicio de la Academia de Ciencia asesora a esa dependencia sobre los aspectos de contaminación.
“En lo que tiene que ver con el proceso judicial, la oficina bajo mi responsabilidad está agotando la fase preparatoria, investigando y recibiendo los informes técnicos, tanto de sol y agua como de gestión ambiental”, indicó Mejía.
Sobre la asesoría que recibirá Medio Ambiente de un perito perteneciente a la Academia de Ciencia, dijo que ese organismo judicial le solicitó asesoría “y ya nos enviaron un oficio donde nos informan que designaron una persona para que trabaje junto a nosotros en el caso”.
En otro sentido, Mejía declaró que un técnico de Inglaterra, contratado por los propietarios de dicha empresa procesadora de pieles, recientemente hizo recomendaciones para que técnicamente allí se pueda volver a laborar, sin afectar las aguas del rió Yaque del Norte.
Explicó que se continúan realizando pruebas en las áreas de recurtido y acabado, que serían las autorizadas a ser reconectadas a los depósitos donde la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago procesa las aguas residuales de la ciudad.
“El área de curtido de la tenería Bermúdez sigue paralizada, porque es la que mayor contaminación produce y que más daño provocaba a las instalaciones de la CORAASAN, localizadas en el sector Rafey”, agregó.
Puntualizó que, además de contratar ese experto de Inglaterra, los propietarios de la Tenería Bermúdez adquirieron productos químicos desde México, a lo que supuestamente se resistían, con los cuales se han reducido los contaminantes provocados en las áreas de recurtido y acabado.
El negocio donde se procesan pieles fue cerrado por las autoridades de Medio Ambiente hace poco más de un mes, tras comprobarse que vertía sus aguas contaminadas al Yaque del Norte, luego que la CORAASAN desconectara sus tuberías.
La empresa acuífera tomó la decisión en vista de que los contaminantes que hacía llegar la Tenería Bermúdez a sus depósitos estaban provocando inconvenientes en el trabajo habitual de la misma.
Tras varias reuniones, las partes involucradas resolvieron someter a un período de pruebas las áreas de recurtido y acabado, para determinar si pueden volver a operar a través las plantas de la CORAASAN, proceso que continúa pero obviándose el de curtido, que no será reconectado.