Hace unos días recibí un mensaje a través de mi correo, firmado por un buen amigo, con el simple título “Súmate”. Se trataba de una invitación para integrarme a una iniciativa mundial para rechazar la supuesta producción y exhibición de una película que presentaría a Jesucristo como homosexual, conjuntamente son sus discípulos. El mensaje estaba encabezando con el siguiente comentario:
“Necesitamos firmas!! Una película de mal gusto esta por salir pronto en América del Norte. Este film titulado "Corpus Christi" (El Cuerpo de Cristo), muestra a Jesús manteniendo relaciones homosexuales con sus discípulos! La versión teatral ya se ha presentado.
Es una repugnante parodia de Jesús, blasfema a su gloriosa imagen, pero una acción concertada de nuestra parte podría probablemente cambiar las cosas? Aceptaría Usted agregar su nombre en la parte baja de la lista? En caso positivo, podríamos impedir la proyección de esta película, film mentiroso y burlesco que no aporta nada de positivo”.
El tema era lo suficientemente grave como para interesar a cualquier persona con un mínimo de formación ética, al margen de la religión que pudiera profesar. Por lo tanto reaccioné como debía esperarse, copié el texto de la denuncia y sumé mi nombre a una larga lista de personas de distintos países que expresaban su repudio a la ignominiosa iniciativa.
Sin embargo, antes de hacer el envío a un grupo de amigos a los que invitaba a suscribir la protesta, me surgió la idea de buscar en Internet el nombre de la supuesta película sobre Cristo. Busqué “Corpus Christi”, y encontré algunas referencias interesantes, incluyendo un artículo en el que se explicaba que ese tema se estaba explotando a través de la Red desde hace mucho tiempo, y que formaba parte de un engaño utilizado para obtener direcciones de correos que servirían luego para el envío de correos “basuras”, o spams, como se define en ingles. En el artículo se citaba un párrafo muy parecido al mensaje que yo había recibido, con la diferencia de que se trataba de un tema colocado en Internet en el año 2000, es decir, siete años antes:
“Te cuento: para el 2001 pretenden dar una película llamada "Jesús y sus discípulos gays" (homosexuales). Empezaron a poner algunos cortos de ella por un rato en la TV, y nunca los pararon. Creo que es hora que alcemos la voz defendiendo la honra de nuestro Dios, y la propia nuestra… Por eso este mail. A lo mejor aun podemos hacer algo”.
De todos modos envié el mensaje a un grupo de amigos, pero agregando el citado párrafo y haciendo un comentario adicional:
“El tema me lo reenvió mi amigo (omito el nombre). Me pareció atendible la preocupación y la necesidad de actuar. Sumé mi firma a la lista y antes de enviarlo entré a Internet y encontré una referencia al caso. Según el mensaje la película sobre Cristo sería presentada en el 2001, pero todavía no ha sucedido, lo que indica que, o fue una falsa alarma o la reacción en cadena de aquella época ayudó a detener el proyecto. Comparto la iniciativa y remito el comentario que localicé en Internet”.
Sin embargo, después de hacer el envío, volví a la misma fuente de Internet y busqué más informaciones sobre el tema. He aquí algunos datos que revelan el carácter engañoso de ese tipo de mensajes.
“ … si realmente leemos con atención lo que se pretende con este mensaje, vemos que además es inútil la forma de protestar. Sencillamente, el mensaje no va dirigido a ninguna persona o institución que pueda hacer algo. Se pide firmar…¡pero no se menciona que se hará con las firmas, o a quienes les serán entregadas!.
Es tonto creer que solo porque "esté en Internet" es suficiente para que la protesta les llegue a los posibles responsables, aún en el caso de que este proyecto existiera en la actualidad.
Y justamente, la historia de este mensaje es un HOAX, un engaño.
En realidad, surgió (en una versión diferente a la actual), en los ochenta, aunque las causas parecen remontarse a 1977, donde un artículo de una publicación semanal de Illinois, EE.UU, informaba de que en Europa se planeaba rodar una película pornográfica sobre Jesús.
La revista no tenía nada que ver con el proyecto, sin embargo recibió muchas cartas de protesta e incluso denuncias, que solo significaron pérdida de tiempo, y tal vez, más publicidad de la que se quería evitar. Finalmente, la propia revista informó que el proyecto de la película estaba cancelado.
A raíz de esa historia, en 1980, comenzó a propagarse a través de panfletos fotocopiados, la versión en la que se basa el HOAX actual. En esas hojas (las que se pedía firmar y enviar por correo, también fotocopiadas, a otras personas), se mencionaba que la película se estaba por filmar en el propio Illinois.
Hasta el procurador general de ese estado recibió decenas de miles de cartas encolerizadas por la historia, la que claro, no era verdad.
Fueron muchas personas e instituciones las que protestaron por el tema, y hasta el evangelista Jimmy Swaggart llegó a emitir un encolerizado sermón por la blasfemia.
Lo único que se logró, es que otras personas, menos escrupulosas, pensaran que hacer alguna obra de teatro o incluso una película, podría ser una mina de oro, ante tanta publicidad gratuita.
De hecho, existen antecedentes de este tipo de historia. En 1988, la película de Martin Scorsese, "La Ultima Tentación de Cristo", causó un gran revuelo por la forma de tratar la vida de Jesús. Esta polémica aún persiste en nuestros días.
Un poco más recientemente, una obra de teatro, "Corpus Christi", también generó controversia, al presentar a un personaje homosexual, cuya vida es un paralelo a la de Jesús, con la traición de Judas y la crucifixión incluidas. La publicidad gratuita, llegó con las protestas de grupos cristianos y personas ofendidas.
El HOAX actual, en su versión electrónica, es casi una copia de aquél fotocopiado, solo que se transmite a través del correo electrónico, y las firmas solo ponen al alcance de otros inescrupulosos, las direcciones de correo electrónico apetecidas por tantos "spammers" que se aprovechan de esto para el envío de su correo basura (SPAM).
No sería extraño, que algún productor independiente, viera en esta publicidad, la oportunidad para lucrar con una película sobre el tema, esta vez si real.
Más allá de todo ello, existen muchos cabos sueltos en el mensaje, que debería hacernos pensar un par de segundos antes de pulsar en el botón de reenvío.
No se da ninguna información específica acerca de quién está produciendo la película o donde se está rodando, para protestar más eficazmente.
El enviar nuestras firmas es inútil. No se dice a quien se va a entregar la versión final, cosa que por otra parte es imposible si entendemos como funciona Internet, que por cierto, nada tiene que ver con la publicidad callejera a que hacíamos referencia al principio.
El simple hecho de pedirnos reenviarlo a todos nuestros conocidos, debería ser suficiente para no hacerlo jamás, porque es el síntoma más claro que identifica a un HOAX.
Jamás reenvíe ningún mensaje donde se le pida hacerlo. Aunque pretenda hacer una buena acción, este no es el método. Solo lograría la saturación de servidores de correo, sin ningún resultado práctico. Si conoce a la persona que le envía el mensaje, indíquele sitios como el nuestro, donde podrá enterarse de la verdadera historia.