SANTIAGO.- La Iglesia Católica considera que la sociedad dominicana se siente impotente ante la ola de violencia, hasta el extremo de que se coloca tanta protección en las casas “que parecen cárceles, pues ya no les caben más hierros y barrotes en las puertas y ventanas”. La apreciación en tal sentido está consignada en la nota editorial del semanario católico “Camino”, correspondiente a la semana que comenzó ayer, titulado “De nuevo la violencia”.
El vocero escrito del catolicismo nacional asegura que se siente la impotencia de ver a los delincuentes trastornar la vida de un pueblo noble y bueno “cuando pensábamos que la sociedad dominicana había hecho un reencuentro con la paz”.
“El incremento de la delincuencia y la inseguridad han hecho que la gente se proteja. Hoy nuestras casas parecen cárceles; ya no les caben más hierros y barrotes en las puertas y ventanas”, recalca el editorial.
Y agrega que “la inseguridad ciudadana ha modificado hábitos que venían desde décadas. Los horarios de las reuniones sociales y religiosas han tenido que cambiarse por temor y la gente no quiere salir de noche”.
A su juicio, el Programa de Seguridad Democrática, que tanto apoyo recibió de la población, parece que se enfrió “y el comportamiento en los barrios de algunos de sus miembros ha matado las esperanzas de una vigilancia eficaz”.
Tras insistir en que la violencia creada por los delincuentes y la intrafamiliar sacuden a todo el país, la Iglesia Católica estima que “hemos perdido el temor a Dios. Vemos a un esposo quitarle la vida a su compañera, a los hijos, no importan las edades y la pesadilla concluye con la muerte de todos”.
“Vemos matar a un ser humano para quitarle un celular o cualquier prenda de vestir; ya es hora de revisar el andamiaje que sostiene esta sociedad”, puntualiza el editorial de “Camino”.
Entiende que la violencia se alimenta de la impunidad que, a su juicio, permite el enriquecimiento de unos pocos, a costa de la miseria de muchos “y la violencia se alimenta con la falta de aplicación de justicia cuando hay evidencias de corrupción”.
“La violencia crece cuando se encubren actos dolosos en la administración pública, en casi todos los gobiernos que hemos tenido, y estos hechos no son castigados porque los partidos salen en defensa de sus miembros, alegando que hay persecución política”, puntualiza.
El editorial de “Camino” estima que la violencia tiene muchas raíces y pide tener cuidado si en el análisis de la misma “nos quedamos en las ramas”, y dice esperar que este tiempo de Cuaresma “nos permita vivir la experiencia de una conversión profunda”.
“Sólo un corazón nuevo es capaz de construir una sociedad nueva, donde reine la paz porque el pueblo no aguanta más violencia”, concluye diciendo el pensamiento editorial del vocero escrito de la Iglesia Católica.