SANTO DOMINGO.- (13 de marzo 2007)- El senador Amílcar Romero deploró los movimientos de protesta que se están produciendo en el país y consideró que este es el momento menos adecuado para esas manifestaciones, porque justamente ahora es cuando se necesitan señales claras de estabilidad social y política para atraer inversión extranjera en el marco del DR-CAFTA.
El senador hizo un llamado al liderazgo nacional y a los grupos en protesta para que propicien el diálogo como la mejor vía de solución de los problemas del país y descarten las decisiones extremistas que sólo sirven para derramar sangre y sembrar dolor en la familia dominicana.
El congresista, quien es presidente del Partido Popular Reformista (PPR), dijo que el mantenimiento de un clima sano para los negocios se traduce en mayor generación de riquezas y, en consecuencia, más posibilidades de empleos, así como mejoría de las condiciones de vida.
Dijo que los capitales que se mueven, en el contexto del libre comercio, buscan lugares seguros, donde haya garantía de paz social y rechazan los mercados con volatilidad y disturbios constantes.
El legislador consideró necesario que el gobierno preste oído a los reclamos legítimos o a las reivindicaciones sociales de las comunidades, pero desaprobó que grupos políticos pretendan crear un ambiente de desasosiego propiciando acciones violentas, que no guardan relación con las reales aspiraciones de la población.
“Las condiciones del país, en términos generales, no son distintas a las del año pasado, por lo cual resulta injustificable la cadena de protestas desarrollada en Santo Domingo y diferentes lugares del país con saldo de varios muertos y decenas de heridos”, apuntó Romero.
Consideró que la mejoría de los salarios de los trabajadores es un reclamo legítimo, pero expresó que en ese aspecto no es aconsejable caer en extremos que lleven a las empresas a la quiebra o al despido masivo de trabajadores.
Expuso que los reclamos de los transportistas, los gremios de la medicina y otros sectores sumados a los movimientos de protesta deben ser canalizados a través del diálogo franco con las autoridades.
“El Gobierno debe ser lo suficientemente diestro para determinar dónde se plantean reivindicaciones reales y dónde predomina la politiquería y la irracionalidad”, expuso Romero.
El senador hizo un llamado al liderazgo nacional y a los grupos en protesta para que propicien el diálogo como la mejor vía de solución de los problemas del país y descarten las decisiones extremistas que sólo sirven para derramar sangre y sembrar dolor en la familia dominicana.