SANTO DOMINGO.-El ingeniero Miguel Subero fue asaltado este martes en la noche en la villa de su propiedad en Casa de Campo, La Romana. Es el primer hecho de delincuencia conocido que ocurre en uno de los más resguardado centros turísticos del país.
El ingeniero fue asaltado en la villa y posteriormente raptado, llevado a un cañaveral, donde le dieron dos tiros. Un guarda campestre lo auxilió y llamó a la esposa de este que luego lo llevó a un centro de salud del propio centro turístico.
La versión fue ofrecida a El Gobierno de la Mañana por el coronel retirado Pedro Julio Goico, amigo y compadre de Subero, quien fue herido de dos balazos y objeto de un atraco en su propia residencia en Casa de Campo, La Romana.
Uno de los balazos le entró por el cuello en el lateral derecho y se le alojo en el músculo del mismo hombro. El segundo tiro, a la cabeza, no le penetro, sino que le chanfleo, produciéndole una fisura en el cráneo.
El hecho fue cometido por tres personas, entre las cuales uno llevaba una ametralladora Uzis y los otros una pistola cada uno. Los delincuentes lo amarraron y lo amordazaron y procedieron a robarle los 7 mil dólares y la pistola.
Posteriormente lo raptaron en el propio vehiculo de Subero, y salieron con el a dar vuelta hasta llegar a los cañaverales, donde lo desmontaron del vehiculo y procedieron a tirotearlo.
Pepe Goico dijo que la intención de los atracadores fue matar al profesional de la ingeniería porque los delincuentes actuaron con sus rostros descubiertos.
Herido, Subero logró salir del cañaveral y caminar a pie y descalzos uno tres kilómetros. Ninguna persona quería darle auxilio al verlo sangrar, hasta que apareció un guarda campestre que lo auxilio, y llamó a la esposa del profesional y la puso en conocimiento de la situación.
Dijo que fue cuando la esposa de Subero lo llamo y salio para la Romana en un avión de Caribeair.
Pepe Goico dijo que se tomaron medidas con una serie de personas en Casa de Campo que se entiende están involucrados en el caso, incluido el chofer de Subero. Reconoció que la seguridad de Casa de Campo fue muy diligente en el caso.
Dijo que el chofer fue arrestado porque llego "campante y sonante", ya que había sido raptado por los delincuentes, al encontrarse con ellos en el camino y lo que hicieron fue pararse en vez de entrarle a tiros.
Tras atenderlo en la clínica de Casa de Campo, Subero fue trasladado a eso de las 2 de la mañana a Santo Domingo, siendo hospitalizado en la Clínica Abel González.