SAN JOSÉ, 14 mar (IPS) – Los reclamos de Nicaragua por discriminación contra sus nacionales seguirán su curso en la justicia de Costa Rica, el país querellado, luego de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) declaró inadmisible la demanda presentada 1en su sede. La CIDH, con sede en Washington, consideró el lunes que la querella presentada el 6 de febrero de 2006 por el gobierno del entonces presidente de Nicaragua, Enrique Bolaños, carecía de pruebas y de requisitos jurídicos mínimos.
Costa Rica es el principal destino de los emigrantes nicaragüenses.
La demanda se refería a los casos de los nicaragüenses Natividad Canda y José Ariel Silva como prueba de xenofobia y discriminación en la sociedad y el sistema judicial costarricense hacia los ciudadanos del país vecino.
Canda murió el 10 de noviembre de 2005 tras el ataque de perros que custodiaban el taller mecánico en el que entró a robar en Cartago, al este del Valle Central costarricense. Según la demanda, el hombre no recibió atención médica por la pasividad de los testigos y de la policía.
El 4 de diciembre del mismo año, José Ariel Silva era asesinado en Alajuela, al Oeste del Valle Central, por un grupo de costarricenses que lo golpearon, al parecer por el mero hecho de ser nicaragüense.
El fallo expresa que ambos casos están en proceso en los tribunales de Costa Rica, lo que impide, por el momento, elevarlos a instancias jurisdiccionales internacionales, según establece el artículo 46 de la Convención Interamericana de los Derechos Humanos.
La denuncia acusó al Estado costarricense de "incumplimiento en el deber de brindar las debidas garantías en la protección de los derechos humanos" de los nicaragüenses, por la supuesta impunidad existente en ambos casos.
Esta fue la primera demanda entre Estados que atiende la CIHD. El objetivo era que la comisión tramitara la denuncia y la elevara a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en San José, máximo organismo jurisdiccional de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Pero eso no sucederá, luego del fallo favorable a Costa Rica.
La Cancillería nicaragüense prefirió no pronunciarse hasta estudiar el fallo a fondo. Mientras, la contraparte costarricense convocó una rueda de prensa para mostrar su satisfacción.
El canciller costarricense Bruno Stagno aseguró que se trata de un logro diplomático y de "un acto de justicia y reconocimiento a Costa Rica, por su tradicional respeto a los derechos de los inmigrantes".
Stagno recordó, además, que la proporción de inmigrantes en la población costarricense es igual o superior a la de Estados industrializados, alrededor del 11 por ciento, sin tener los recursos de esos países. El porcentaje no incluye los ingresos ilegales.
El canciller afirmó que "todos los habitantes, sin importar su estatus migratorio, gozan de la protección estatal de sus derechos humanos y de las prestaciones públicas materia de salud, educación y trabajo digno".
Las cifras sobre nicaragüenses en Costa Rica varían bastante de acuerdo con la fuente, pero las estadísticas más aceptadas aluden a 130.000 en condiciones legales y entre 300.000 y 500.000 "sin papeles".
A estos hay que sumar a los hijos de los "nicas" nacidos en suelo "tico", que adoptan automáticamente la nacionalidad costarricense.
Costa Rica es el principal destino de los nicaragüenses que abandonan su país en busca de una vida mejor.
Nicaragua presentó un caso débil, dijo a IPS el corresponsal en Costa Rica de El Nuevo Diario, de Managua, José Leonel Álvarez.
"Los medios en general nos sentimos defraudados, porque se esperaba que el gobierno de Bolaños diera el sustento necesario (a la demanda) con las pruebas. Ha sido una sorpresa, porque nos habían vendido que existían. Hay sorpresa y cierto malestar", sostuvo Álvarez.
Para el periodista, la xenofobia "sí existe en Costa Rica, y ha quedado evidenciada en los medios de comunicación. No se trata del 100 por 100, claro está, sino de grupos minoritarios que insisten en este tipo de actitudes".
Históricamente las relaciones han sido de buena vecindad, "pero estudios serios de la Universidad de Costa Rica, muestran que la hay, y los mismos ticos así lo sienten", agregó.
Una encuesta del Instituto de Desarrollo de la Universidad Nacional de Costa Rica indica que el 74 por 100 de los costarricenses entrevistados creen que hay discriminación contra los nicaragüenses.
Los sectores a los que aludía Álvarez son algunos de las clases altas, "que se sienten europeos" y se refieren a Costa Rica como "la Suiza de Centroamérica".
"Para ellos, los nicaragüenses hemos venido a afear Costa Rica, a llenar de impurezas su sociedad", opinó. Otros abrigan prejuicios por ignorancia, agregó. "Nos creen una amenaza, cuando ni nos conocen ni se han relacionado con nosotros", dijo.
"Algunas mujeres que creen que las nicaragüenses vienen a quitarles el trabajo de domésticas. Algunos maridos piensan que los nicaragüenses vienen a quitarles a sus esposas", sostuvo Álvarez.
Los nicaragüenses suelen desempeñarse en sectores en los cuales los costarricenses, en general, no quieren trabajar, como el servicio doméstico, la seguridad y la agricultura. ***** +Fallo de la CIDH, en formato PDF (http://www.cidh.org/CASO1-06esp.pdf) (FIN/IPS/dz/mj/la hd pr sl/07) (FIN/2007)