El discurso completo del presidente Leonel Fernández al dejar inaugurada la Cumbre Regional sobre Drogas, Seguridad y Cooperación Discurso del presidente Leonel Fernández en la Cumbre Regional sobre Drogas, Seguridad y Cooperación
Señor presidente de la República de Colombia, don Álvaro Uribe.
Honorable señor presidente de la República de Haití, René Préval.
Honorable Primer Ministro de Trinidad y Tobago, Patrick Manning.
Señores cancilleres.
Señor secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
Señores de delegados de Estados Unidos, Venezuela, España, Francia y los Países Bajos.
Señores representantes de las Naciones Unidas (ONU), de la Unión Europea, de CICAD, de CARICOM
Señor Edmond Mulet, representante del secretario general y jefe de la MINUSTAH.
Distinguidas personalidades que nos honran con su presencia, señoras y señores, amigos todos.
Permítanme en primer lugar, en nombre del gobierno y del pueblo de la República Dominicana, brindarles una cordial bienvenida a nuestro país, la República Dominicana, con el deseo de que esta Cumbre Regional sobre Drogas, Seguridad y Cooperación pueda servir como una herramienta útil para el enfrentamiento de este gravísimo problema que se cierne en estos momentos sobre nuestra región.
Consideramos que esta Cumbre tiene lugar en un momento muy oportuno para nuestros pueblos, porque estamos contemplando con suma preocupación el incremento de la violencia, el incremento del crimen en cada uno de nuestros países.
Y entonces nos preguntamos acerca de la causa o el origen de este fenómeno, y sin duda alguna que todos los diagnósticos que se han presentado acerca del incremento de la criminalidad y la violencia en nuestras sociedades apuntan a una relación muy estrecha con el fenómeno del narcotráfico.
En la República Dominicana, desde el año 2000 hacia el 2005, pudimos observar en las estadísticas nacionales un incremento bastante notable de la actividad criminal en nuestro país. Hacia el año 2000, estamos hablando de 15 homicidios aproximadamente por cada 1000 habitantes.
Luego, esto subió a 25 por cada 1000. En los últimos tiempos ha habido una tendencia a la reducción por el hecho de que las autoridades nacionales han estado jugando un rol mucho más activo en el combate al crimen y la violencia, así como un proceso de mayor cooperación interinstitucional.
Pero no cabe duda de que haya habido hacia la República Dominicana y hacia la región un mayor flujo de narcotráfico. El año pasado, en el 2006, en la República Dominicana se logró incautar la mayor cantidad de cocaína, 5 toneladas métricas, la mayor en los últimos 20 años, y también se logró incautar la mayor cantidad de heroína, 236.5, la mayor cantidad que ha logrado incautarse también en los últimos 20 años.
Pensamos que esto ha sido posible por una mayor cooperación entre la Dirección General de Control de Drogas (DNCD), la Policía, el Consejo Nacional de Drogas (CND), en lo que tiene que ver con la parte preventiva; la participación de las Fuerzas Armadas y el rol que ha venido desempeñando la Secretaría de Interior y Policía en la articulación de lo que en República Dominicana llamamos el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana, que ha elaborado el Plan de Seguridad Democrática en la República Dominicana.
Pero al mismo tiempo logramos incrementar las incautaciones de drogas en el país observamos con preocupación también como se incrementa también el flujo del tráfico de drogas hacia la República Dominicana y como también ha ido en aumento el consumo de drogas en nuestro país.
La República Dominicana históricamente o tradicionalmente se veía considerada como un puente de tránsito de la droga, el patrón que hemos visto tradicionalmente que la droga salía desde Colombia, pasaba por Haití, de Haití a la República Dominicana, donde generalmente a los asociados o vinculados al fenómeno del narcotráfico en nuestro país se les pagaba en efectivo, y luego la droga seguía hacia Puerto Rico, hacia Estados Unidos o hacia Europa.
La tendencia que hemos visto en los últimos tiempos, sin embargo, es que la República Dominicana está dejando de ser sólo un puerto de tránsito para convertirse también en un mercado de consumo, y esto se ha debido al hecho de que hoy día parte de la droga se queda en el territorio de la República Dominicana, y al quedarse parte de la droga en el territorio ha creado las condiciones para el surgimiento de un mercado de consumo y este mercado ocupa los distintos sectores de la vida nacional, extractos sociales altos, pero también en sectores sociales de bajos ingresos.
Por consiguiente, ha proliferado en los últimos tiempos un fenómeno desconocido en la República Dominicana que es el microtráfico o la distribución de drogas en sectores marginados de nuestra sociedad.
Al crearse el hábito de consumo en sectores de bajos recursos, obviamente, cuando hay la necesidad generada por la adicción entonces se produce el asalto, se produce el homicidio, se produce el robo, incrementándose por tanto el incremento de la criminalidad en nuestro país, de manera que conjuntamente con el tráfico tradicional hoy tenemos los puntos de drogas y el microtráfico como factor causante o generador del incremento de la criminalidad y la violencia en nuestro país.
Obviamente que este fenómeno no es solo exclusivamente de República Dominicana, cuando conversamos con nuestros colegas de la región observamos un patrón parecido; en el caso de Haití, cuando hemos conversado con el presidente Préval, vemos en las noticias, en los informes que recibimos, es exactamente el mismo.
Cuando hemos conversado con el primer ministro Patrick Manning de lo que ocurre en Trinidad y Tobago, el patrón es exactamente el mismo, y se repite en todo el Caribe, se repite en Puerto Rico y en todas partes, lo que indica que no es solo un fenómeno de República Dominicana, sino que se ha convertido en un fenómeno regional y más aún se ha convertido en un fenómeno hemisférico.
Por consiguiente, es un fenómeno de carácter global, y podríamos llamarle el lado oscuro del fenómeno de la globalización en estos tiempos.
La preocupación de nuestros colegas en Centroamérica es el papel de las bandas de los Maras Salvatruchas, pero lo mismo ocurre, digamos, en toda la región suramericana.
Para poder combatir con eficacia este fenómeno de alcance regional, de alcance hemisférico y de carácter global se va a requerir la cooperación entre los distintos actores de la región, entre los estados, instituciones de la sociedad civil, medios de comunicación, y todo el que pueda ejercer alguna influencia para controlar esta situación.
Obviamente que el país que ha ejercido el liderazgo mayor en la región en los últimos tiempos ha sido Estados Unidos por razones obvias, porque en principio todas estas drogas su destino final era Estados Unidos, y por supuesto Europa, pero fundamentalmente Estados Unidos.
Y todos veíamos con mucha complacencia la década de los 80s cuando se declaró la guerra contra las drogas y se produjo un ordenamiento institucional del cual carecíamos entonces, orientado efectivamente a la interdicción de la droga que finalmente tendría como destino final los Estados Unidos.
Pero hemos visto en los últimos tiempos una especie como de desatención al problema del tráfico de drogas en la región, y hemos empezado a consultar a colegas y a especialistas en el área para saber exactamente qué es lo que está ocurriendo.
Porque en el caso específico de República Dominicana veíamos como se había incrementado la tirada de drogas desde aviones, como se había incrementado el flujo marítimo, la vulnerabilidad de la zona marítima de República Dominicana, como se había penetrado el espacio aéreo de la República Dominicana con continuas incursiones, con un incremento de esas incursiones y por consiguiente, lo que estábamos viendo era una tendencia o un patrón de vulnerabilidad terrestre por la vía de la frontera con Haití, aérea y también marítima.
Para poder enfrentar esto se requería la cooperación bilateral con Estados Unidos pero también la cooperación multilateral con organismos que han estado desempeñando un rol muy dinámico y muy activo en este sentido, y la cooperación bilateral también con cada uno de los países de la región.
Antes de la celebración de esta cumbre en el día de hoy, ha habido encuentros con distintos expertos y especialistas de instituciones académicas de la sociedad civil para discutir estos temas, y sin duda alguna que los informes que han presentado son de una gran calidad y van a servir para la orientación de este debate.
Pero a mí particularmente me ha llamado la atención de un trabajo presentado por el profesor Bruce Bragley, de la universidad de Miami, que será distribuido entre ustedes, donde observa que como consecuencia de los acontecimientos del 11 de septiembre 2001, y debido a la prioridad otorgada por la administración de los Estados Unidos a la guerra de Irak y Afganistán, ha habido una tendencia a disminuir la presencia en la lucha contra las drogas en la región del Caribe.
En los últimos 4 años, de acuerdo con el informe presentado por el profesor Bragley, ha habido una disminución del 62 por ciento en la supervisión aérea de los Estados Unidos en la zona del Caribe.
De igual manera, una tercera parte de la presencia de lanchas y botes rápidos y otras embarcaciones en la zona del Caribe en la lucha contra el narcotráfico también ha disminuido. Los aviones y helicópteros Black Hawk también han disminuido su presencia en la región en el combate contra las drogas.
El departamento de Defensa se ha enfocado esencialmente en la lucha contra el terrorismo en Afganistán e Irak, y lo que ha habido es una transferencia de la autoridad guardacostas y Homeland Security para atender los problemas de seguridad y el narcotráfico en la región,
Ha habido una disminución de presupuesto en lo destinado al tema de las drogas, y yo pienso que esa es la razón por la cual todos sentimos que en los últimos tiempos ha habido un incremento del narcotráfico en la región, permeando nuestras sociedades y siendo el propulsor del incremento de la criminalidad, la violencia y la inestabilidad de nuestras sociedades.
Creemos que el motivo de este encuentro no es para formular críticas y no es para señalar culpables, es simple y llanamente para llamar la atención a lo que creemos es una grave amenaza a la estabilidad, la democracia, la seguridad y al desarrollo de nuestros pueblos.
Y es nuestro interés que de este encuentro, de esta cumbre, podamos identificar áreas o factores comunes de cooperación que permitan reducir la oferta, que permitan combatir la demanda y crear un clima de seguridad y de progreso y de prosperidad para nuestros pueblos, en un ambiente de amistad y de fraternidad.
Sean todos ustedes pues bienvenidos a esta Cumbre sobre Drogas, Seguridad y Cooperación, y esperamos que estos resultados puedan ser aplicados y que podamos crear indicadores que nos permitan monitorear, con cierta periodicidad, los objetivos que nos hemos planteado en el día de hoy.
Muchas gracias
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