La doctora María Teresa Salazar, cirujana refractiva de la Fundación Centro Láser, explica que el pterigium se origina cuando las células que deben detener el crecimiento del tejido conjuntival hacia la córnea no funcionan de manera correcta.
El pterigium se caracteriza por su naturaleza progresivamente invasiva hacia el centro corneal, amenazando la agudeza visual y por su tendencia a la recidiva, es decir, hacia la reaparición postoperatoria, la que algunos autores sitúan entre un 25 y un 30 por ciento de los casos.
"El pterigium se presenta en países tropicales, puesto que existen agentes que lo condicionan, por ejemplo, la fuerte incidencia de los rayos ultravioleta del sol", indica la especialista en enfermedades de la córnea.
La contaminación ambiental, el polvo y el agua con sustancias dañinas, como el cloro en cantidades excesivas, son también factores que predisponen a este tipo de padecimientos oculares.
Los síntomas más comunes de la enfermedad son la resequedad y la sensación de un cuerpo extraño dentro del ojo; así como enrojecimiento, ardor, lagrimeo y, cuando se halla una etapa avanzada, fotofobia o molestia ante la luz solar.
Salazar expone que el crecimiento del pterigium puede afectar severamente la visión y destaca la importancia de tomar medidas de prevención, puesto que el ojo es uno de los órganos más vulnerables y más expuestos a sufrir los impactos del medio ambiente.
Debido a que el principal factor para que se produzca esta enfermedad ocular es la radiación ultravioleta, Salazar advierte que quienes trabajan mucho tiempo bajo el sol y no utilizan protección (gafas oscuras, gorras o sombreros) tienen mayores probabilidades de desarrollarla.
"Existen oficios que predisponen la aparición del pterigium", expone la oftalmóloga, al referirse a tareas como las de los agricultores, vendedores ambulantes y obreros de la construcción.
Recidiva
Salazar advierte que, aunque en la actualidad es posible erradicar el tejido fibrovascular que se forma en la conjuntiva, nada garantiza que el mismo no reaparezca.
"Siempre es probable la reaparición de un pterigium que ha sido eliminado mediante cirugía, porque los factores que lo provocan permanecen accionando", sostiene.
Añade que la enfermedad es prevenible mediante el uso de lentes protectores y una baja exposición a la luz solar, pero que su frecuencia no cesa, sobre todo en los hospitales públicos, centros a los que acude la población más pobre del país.
Asimismo, la especialista de Centro Láser asegura que la población dominicana tiende a permitir el desarrollo del pterigium antes de acudir al oftalmólogo, por lo que el 95 por ciento de los afectados es intervenido quirúrgicamente.
"En una primera etapa los síntomas del pterigium pueden ser tratados con gotas lubricantes y lágrimas, pero cuando los síntomas son más graves o la estética del ojo se ve muy afectada, el mismo paciente solicita ser sometido a cirugía", concluye.