SANTIAGO.- Un torrencial y prolongado aguacero anegó por completo esta ciudad al caer la tarde de este sábado, causando inundaciones en avenidas, calles y arroyos. Todavía a las ocho de la noche no se tenía conocimiento en la Defensa Civil de aquí si las lluvias produjeron bajas humanas, aunque se verificaron pérdidas de ajuares que eran parte de viviendas humildes ubicadas a orillas de arroyos y cañadas.
Las lluvias impidieron que vehículos y peatones desarrollaran sus actividades con normalidad. Muchos vehículos sufrieron desperfectos al llegar las aguas alcanzaran las áreas motorizadas de los mismos.
Las plantas inferiores del hospital regional universitario “José María Cabral y Báez”, como en ocasiones anteriores, nueva vez volvió a recibir grandes cantidades de agua provenientes, de manera fundamental, de la avenida 27 de Febrero, que siempre ha adolecido de un eficiente sistema de alcantarillado pluvial.
Francisco Arias, director regional de la Defensa Civil, informó en horas de la noche que brigadas al servicio de esa institución trabajaban en el rescate de numerosas familias, que fueron sorprendidas por las lluvias en el interior de sus casitas, ubicadas en las riberas de arroyos y cañadas.
Algunas de las pertenencias fueron arrastradas por las aguas y se da por descontado que algunas de esas familias deberán ser ubicadas en otros lugares, como consecuencia de los daños sufridos por sus casas.
Desde hace varios días en esta ciudad se vienen registrando prolongados y torrenciales aguaceros, principalmente al caer la tarde o en horas de la noche.
Producto de la situación climatológica que ha prevalecido aquí últimamente, la Defensa Civil ha solicitado a los residentes en las cercanías de las áreas tradicionalmente afectadas por las riadas, abandonarlas hasta que el temporal pase, pero casi nadie hace caso a los pedidos en ese sentido.