MONTECRISTI.- Cientos de comerciantes y empresarios de las cuatro provincias de la Línea Noroeste han sido extorsionados por elementos que, haciéndose pasar como oficiales de la Policía Ambiental e inspectores de la secretaría de Medio Ambiente, cobran el pago de supuestos impuestos. Así lo denunció el doctor ramón Arístides Madera Arias, procurador de Medio Ambiente en esta localidad, quien informó las autoridades persiguen a los falsos oficiales de esas instituciones.
Explicó que, de acuerdo a un retrato hablado confeccionado, tomando en cuenta la descripción de uno de los alegados estafadores, el cabecilla de la banda podría ser Juan Francisco Ulloa Guzmán, residente en Maizal, de la provincia Valverde, sometido anteriormente en cinco ocasiones, por diversos delitos.
“Ulloa Guzmán ha visitado los establecimientos comerciales haciéndose pasar como capitán de la Policía Ambiental, vistiendo ropa militar con las insignias correspondientes y, en otras ocasiones, se identificaba como pastor evangélico, inspector de la secretaría de Medio Ambiente o asistente mío”, puntualizó Madera Arias.
De acuerdo a los datos aportados por la autoridad judicial, los sujetos reclaman el pago de un presunto impuesto anual en provecho de la secretaría de Medio Ambiente, a empresarios y comerciantes localizados en Santiago Rodríguez, Dajabón, Valverde y esta provincia.
De manera específica, los extorsionadores piden alrededor de mil 500 pesos a cada uno de los engañados, como pago de la licencia o permiso ambiental. Algunos empresarios no fueron víctimas de los delincuentes, porque se negaron a pagar con el pretexto de que sus empresas no hacen pago en efectivo, sino mediante el mecanismo de cheques.
Sin embargo, propietarios de fábricas, industrias, colmados, bares, cafeterías, ferreterías, tiendas, estaciones de gasolina, vendedores de materiales de la corteza terrestre, empresas de zonas francas, factorías de arroz y talleres, creyeron en los estafadores e hicieron los pagos reclamados.
El doctor Madera Arias dejó entrever la posibilidad de que, al ser descubiertos, los malhechores se hayan trasladado a la provincia de Puerto Plata, en vista de que comenzaron a llegarle informes en ese sentido.