WASHINGTON, 30 mar (IPS) – Mientras Occidente muestra preocupación por el destino de 15 marinos británicos detenidos en Irán, aún se desconoce el paradero de cinco iraníes capturados en una redada militar estadounidense, en enero, en una oficina diplomática en Iraq.
Altos funcionarios iraquíes exigieron públicamente su liberación, pero los cinco iraníes desaparecieron en el sistema de "detenciones de la coalición" implementado por Estados Unidos y considerado arbitrario e incluso ilegal por muchos expertos en derecho internacional.
Horas antes de los arrestos, el presidente estadounidense George W. Bush declaró que buscaría y destruiría "las redes (iraníes) que brindan armamento avanzado y entrenamiento a nuestros enemigos en Iraq".
Fuerzas de Estados Unidos asaltaron el 11 de enero lo que fue descripto como una oficina de enlace diplomático en la septentrional ciudad de Arbil, capital del Kurdistán iraquí, y detuvieron a seis iraníes. La acción enfureció a funcionarios kurdos aliados de Washington.
Los militares estadounidenses requisaron archivos y computadoras de la oficina. Un diplomático fue liberado luego, pero los otros cinco permanecen en custodia de Estados Unidos y no fueron formalmente acusados de delito alguno.
"Desaparecieron. No sé si ingresaron al sistema de (detención de) combatientes enemigos", dijo Gary Sick, experto en asuntos de Irán de la Universidad de Columbia, quien trabajó en la Casa Blanca bajo el gobierno de Jimmy Carter (1977-1981). "Nadie afuera lo sabe."
"Ellos están todavía 'detenidos por la coalición', de acuerdo con las resoluciones 1546, 1637 y 1723 del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)", dijo esta semana a IPS el teniente coronel Christopher Garver, portavoz de las Fuerzas Multinacionales de Iraq, desde su oficina en Bagdad.
Garver no proporcionó más información relativa al estatus o tratamiento de los iraníes.
Esas resoluciones del Consejo son las que aprobaron la instalación del gobierno de transición de Iraq y extendieron hasta ahora a 2007 el mandato de las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos.
El arresto elevó la tensión entre Estados Unidos e Irán, e incluso puede haber determinado el escenario para la captura, por parte de fuerzas iraníes, de 15 infantes de marina (marines) británicos que supuestamente ingresaron en aguas iraníes la semana pasada.
"Los iraníes fueron arrestados por fuerzas estadounidenses, y nosotros hemos pedido continuamente su liberación", dijo esta semana el ministro de Relaciones Exteriores iraquí, Hoshyar Zebari, al diario saudita Al-Riyadh. "Pero esto no tiene que ver con lo sucedido con los marines británicos."
Un funcionario del Departamento de Estado (canciller) con conocimiento de la situación dijo que Irán fue informado sobre el estatus de sus diplomáticos a través del gobierno suizo, que representa intereses de Washington en Irán en ausencia de cualquier presencia diplomática estadounidense.
Washington rompió relaciones diplomáticas con Irán en 1979, luego de que estudiantes iraníes afines a la Revolución Islámica tomaron como rehenes a 52 funcionarios en la embajada de Estados Unidos en Teherán.
Durante la reunión regional de este mes en Bagdad, en la que también participaron representantes de Estados Unidos, la delegación iraní pidió la liberación de los cinco hombres, según una portavoz del Departamento de Estado.
A su vez, el gobierno iraquí pidió a la coalición liderada por Estados Unidos que investigara las circunstancias que rodearon su detención, relató el informante a IPS.
"La investigación no está completa, y no hacemos comentarios públicos sobre investigaciones en curso", agregó.
La resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que señaló oficialmente el fin de la ocupación de Estados Unidos y transfirió la soberanía al gobierno iraquí mantiene el derecho del ejército estadounidense a realizar "detenciones de seguridad".
Pero todas esas detenciones deben sujetarse a la ley iraquí, según Scott Horton, profesor de derecho internacional en la Escuela de Leyes de la Universidad de Columbia.
"Los iraníes aprehendidos en calidad de 'detenidos de seguridad' no están acusados de nada, así que lo están ilegalmente", dijo a IPS.
Según las leyes iraquíes, los detenidos identificados como insurgentes "activamente comprometidos en las hostilidades" –es decir, implicados en ataques contra las fuerzas de la coalición e inocentes civiles iraquíes– deben ser acusados en tribunales civiles.
Pueden estar detenidos hasta 14 días antes de conducírseles frente a un magistrado, ser acusados de un delito, o bien liberados. Para mantenerlos detenidos durante más tiempo sin acusación, las autoridades que rigen las detenciones deben brindar una justificación, explicó Horton.
El hecho de que esos requisitos parecen ser sistemáticamente ignorados por fuerzas de Estados Unidos –no solamente en Iraq, sino también en Afganistán y en la "guerra mundial contra el terrorismo"– alimenta las críticas de organizaciones de derechos humanos y expertos legales.
"Estados Unidos no articuló los motivos legales bajo los cuales detiene a 'combatientes'", dijo John Sifton, investigador de Human Rights Watch. "Regularmente combinan terrorismo criminal, civiles inocentes y combatientes reales en el terreno, y lo tiran todo en la misma olla."
"La vaguedad de la guerra contra el terrorismo proporcionó el terreno bajo el cual floreció todo esto", aseguró Sifton.
Los campos de detención de Estados Unidos en Iraq albergan a más de 15.000 prisioneros, la mayoría de los cuales, como los iraníes, han sido retenidos sin cargos o acceso a tribunales durante meses, incluso años en algunos casos, según una investigación de The New York Times.
"Es un ejercicio de poder salvaje por parte de Estados Unidos que no es respaldado por ninguna justificación legal", dijo Horton.
La oficina del secretario general de la ONU no formuló declaraciones sobre los iraníes detenidos ni sobre la detención, por parte de Irán, de los 15 marines británicos, y se limitó a describir ambos incidentes como "disputas entre estados individuales".
"Hemos dejado que los respectivos países lo resuelvan entre ellos", dijo Farhan Haq, un portavoz de la ONU. "En última instancia, les corresponde a los propios miembros del Consejo de Seguridad determinar cómo son implementadas sus resoluciones."
La situación legal de los iraníes capturados gira, en parte, en torno del carácter del edificio de dos pisos ubicado en Arbil que el 11 de enero fue blanco de la redada.
En caso de que sea, como alega Irán, un consulado oficial, el local y su personal poseen inmunidad diplomática según la Convención de Viena. En caso de que sea apenas una oficina de enlace, como afirma Estados Unidos, no sería objeto de la misma protección.
Tanto Irán como el gobierno regional kurdo coincidieron en que las actividades consulares –como la emisión de visas– eran realizadas por personal de la oficina desde 1992.
Pero el Departamento de Estado de Estados Unidos insiste en que no se trataba de un consulado acreditado y que los cinco detenidos son miembros de la fuerza Quds, unidad de elite del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán que, según el portavoz Sean McCormack, se especializa en "entrenar terroristas y ese tipo de actividades".
Según una fuente de la embajada iraquí en Washington, ninguno de los cinco iraníes era diplomático acreditado, aunque habían presentado documentos para solicitar la acreditación antes de la redada.
Esa documentación era procesada en ese momento, dijo la fuente, que pidió no ser identificada. También señaló que el gobierno regional kurdo los consideraba como si realmente fueran diplomáticos acreditados.
La redada en la oficina de Arbil fue el tercero de una serie de episodios que tuvieron por blanco a funcionarios iraníes en Iraq. El 20 de diciembre, fuerzas de Estados Unidos detuvieron un automóvil que trasladaba a dos diplomáticos iraníes y sus guardias.
A la mañana siguiente, soldados asaltaron el complejo de Abdul Aziz al-Hakim, el líder del mayor partido político de Iraq, y detuvieron a dos iraníes que resultaron ser miembros de la Guardia Revolucionaria.
Luego de un tenso enfrentamiento político de nueve días, los iraníes fueron liberados y el gobierno iraquí les ordenó que abandonaran el país.
Como parte de una intensiva revisión de sus relaciones diplomáticas con Irán, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Iraq planea convertir en consulados todas las oficinas de enlace en Iraq, lo cual les conferiría estatus diplomático, según The New York Times.
Actualmente hay 36 diplomáticos iraníes destacados en la Embajada de Irán en Bagdad, así como 11 en su consulado en la central ciudad de Karbala y nueve más en otro consulado, en la meridional ciudad de Basora.(FIN/2007)
Envíe sus comentarios al editor