Para las familias de inmigrantes en los EEUU el hecho de los hijos superen a los adultos en el dominio del inglés da un giro a los niveles de autoridad dentro del hogar.
Asimismo la incapacidad de los padres de comunicarse en ingles con la escuela y sus hijos afecta académicamente a estos últimos.
Esta situación se hace evidente en una descripción sobre la vida de una familia dominicana residente en Columbus, Ohio.
COLUMBUS, Ohio, EEUU (AP) – En la República Dominicana, los niños de la familia Hernández tenían deberes iguales a los de los demás pequeños. Sin embargo, aquí en Estados Unidos ayudan a sus padres a pagar las facturas, a girar cheques y a operar su propio negocio de tintorería.
Rubí, de 17 años; Rocío, de 15, y Samuel hijo, de 14, hablan inglés con fluidez, mientras que sus padres lo entienden pero les cuesta trabajo hablarlo y escribirlo.
Los adolescentes ayudan a sus padres fungiendo como sus intérpretes en la escuela, en tiendas, en oficinas de servicios públicos, al usar el teléfono e incluso al mirar la televisión.
"Cuando traduzco, me siento orgullosa de mí misma y agradecida con mis padres por haberme traído acá", dijo Rubí, estudiante de la secundaria Central Crossing.
Samuel y Martha Hernández están orgullosos de que sus hijos hayan aprendido suficiente inglés en los cinco años que la familia lleva en Estados Unidos, pero ambos se sienten frustrados porque aún necesitan ayuda.
"Me siento incómodo porque no conozco el idioma", dijo Hernández padre, de 45 años, propietario de la tintorería Dominican Cleaners en la zona oeste de la ciudad.
"Es un cambio de papeles", señaló el pastor Guadalupe Villalpando Stewart, director para el oeste de Ohio de los Ministerios Hispanos/Latinos de la Iglesia Metodista Unida. "Es un poco difícil debido a los cambios en la dinámica sobre quién tiene la autoridad".
Muchos inmigrantes no están acostumbrados a solicitar ayuda de sus hijos, dijo Villalpando Stewart.
"En la cultura (hispana), donde los hombres tienen la autoridad, para ellos es difícil depender de una niña pequeña", dijo Villalpando Stewart, cuya iglesia ofrece cursos de inglés.
En una familia puede cambiar el estatus de los niños que ayudan a abrir una cuenta bancaria o que ofician como intérpretes durante una visita al hospital, dijo Mussa Fara, presidente de Cuerno de Africa, una organización sin fines de lucro que ayuda a los inmigrantes africanos.
"Le darán reconocimiento y le asignarán tareas que requieren cierta responsabilidad", señaló.
A la vez, la incapacidad de los padres para hablar inglés puede afectar el progreso académico de los hijos, dijo Sahid Alí, que trabaja con familias somalíes como enlace de la comunidad de padres de orígenes diversos con las Escuelas Públicas de Columbus.
"Es difícil comunicarse con el niño y con la escuela", dijo. "Y no puedes ayudarle a tu hijo con la tarea ni con nada que tenga que ver con la escuela".
Los padres que pasan apuros con el inglés también se muestran renuentes a involucrarse con las escuelas de sus hijos, dijo Amina Mohamed, también enlace de la comunidad de padres de diversos orígenes.
Los enlaces como Alí y Mohamed ayudan a los padres a comprender mejor el sistema escolar, el progreso de sus hijos y los servicios de idiomas que ofrece el distrito, señaló Mohamed.
Las agencias y las empresas que no cuentan con servicios de traducción deben adaptarse a las personas que hablan una lengua extranjera, contratando a más personal bilingüe y traduciendo materiales a otros idiomas, dijo Abdirizak Fara, coordinador en la Comisión de Relaciones de la Comunidad.
"Tener hijos que hablan inglés no implica que ya no se requiera un traductor o servicios de interpretación", señaló.
Ninguno de los niños Hernández hablaba inglés cuando llegaron a Estados Unidos.
"Aprueban que los hayamos traído aquí", dijo la señora Hernández, de 40 años, quien ejercía como abogada en la República Dominicana.
Hernández era presidente de una compañía de taxis. Ambos dicen que los problemas que tienen con el idioma les impiden conseguir trabajos como los que solían tener, pero la señora Hernández asiste a cursos de inglés en la Universidad Estatal Comunitaria en Columbus.
El nuevo papel de traductor es difícil para algunos niños, dijo Villalpando Stewart.
Esther Cabrera, de 11 años, dice que en ocasiones se siente ansiosa cuando le comunica mensajes a su madre, Carmen.
"A veces la gente dice una palabra que desconozco y trato de pensar qué significa", dijo la niña, que asiste al sexto grado.