SANTO DOMINGO.-El ex fiscal del Distrito Nacional, Guillermo Moreno criticó la falta de instituciones existentes en el país y abogó por que haya procedimientos o vías que aseguren a la ciudadanía su participación en las tomas de decisiones.
En una alocución a través del programa Con Freddy y Punto, señaló que lejos de profundizarse nuestra integración como nación, “asistimos a un proceso de desarticulación, en un ambiente donde crece la inseguridad, la violencia y la delincuencia”.
Entiende que la democracia en nuestro país se ha reducido a un torneo electoral y a unas cuantas libertades, pero que carece de instituciones.
A continuación el texto completo del discurso de Moreno en la noche de este jueves:
Lejos de profundizarse nuestra integración como nación, asistimos a un proceso de desarticulación, en un ambiente donde crece la inseguridad, la violencia y la delincuencia.
Lejos de profundizarse nuestra integración como nación, asistimos a un proceso de desarticulación, en un ambiente donde crece la inseguridad, la violencia y la delincuencia.
Hemos pasado a ser una pieza clave en la región para los carteles de distribución de drogas, al tiempo que en el país se incrementa su consumo en todos los estratos sociales.
—VACIO DE GOBIERNO Y DEMOCRACIA ENTRAMPADA—
Hay un envilecimiento creciente de nuestras instituciones públicas.
Hay un vacío de gobierno, una merma creciente de la autoridad, y muchas de sus decisiones carecen de legitimidad.
El país parece deambular sin rumbo, y para la inmensa mayoría, el futuro luce incierto. ¿Quién puede decir cuáles son nuestras metas para los próximos 10 o 20 años? ¿Alguien las definió? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Quiénes participaron?
La sociedad y la democracia dominicana se encuentran entrampadas por una cultura y práctica políticas que hace que el sistema político funcione en base a la corrupción, el clientelismo; permitiendo que minorías políticas, puestas al servicio de intereses económicos insaciables, se apropien de las funciones públicas y de parte importante de la riqueza que produce la nación dominicana..
—EL PRINCIPAL HALLAZGO—
Talvez el hallazgo más interesante de los encuentros realizados ha sido comprobar los niveles de organización independiente que se ha venido desarrollando en la base de nuestro pueblo, al margen del sistema político formal.
En todas las comunidades y sectores del país existen grupos de jóvenes o de mujeres o de ciudadanos o de profesionales nucleados por cuenta propia y con un alto grado de preocupación y de compromiso social por los problemas de su comunidad y sector.
—CONCIENCIA ACUMULADA—
Ha sido aleccionador para todos nosotros, comprobar los niveles de conciencia acumulada en el seno de la sociedad dominicana sobre las causas de la crisis que envuelve al país y las vías de superación.
Hemos podido constatar que nuestro pueblo sabe bien que no es por olvido que los gobernantes, luego de prometer en la campaña electoral que la educación es la palanca del desarrollo, llegados al gobierno, se embarcan en la construcción de obras sobrevaluadas, muchas de ellas suntuosas y no prioritarias.
¿Alguien piensa que nuestro pueblo no se da cuenta que esto se hace así porque la construcción de obras públicas es la principal fuente de corrupción, que permite el enriquecimiento de funcionarios, la devolución con creces de los dineros invertido en la campaña, o el financiamiento de los proyectos reeleccionistas?
El mejor ejemplo de esta aseveración lo constituye la construcción del Metro de Santo Domingo, obra esta nunca referida durante la campaña electoral, y que se ha realizado sin transparencia y sin control, sin escuchar reclamos, obviando todas las recomendaciones técnicas, comprometiendo el presupuesto de varias secretarias incluyendo las de Salud Publica y de Educación.
¿Cuantos niños, jóvenes o adultos han muerto por enfermedades como el dengue o por enfermedades curables o prevenibles a causa de la inversión en el Metro? ¿Cuántos niños y niñas y jóvenes han dejado de asistir o han desertado por las precariedades en que se desenvuelve el sistema educativo nacional?
Por todo esto, un día habrá que pedir cuentas.
¿Alguien cree que nuestro pueblo no percibe que ese afán por ser regidor o síndico o diputado o senador, en la mayoría de los casos no responde al interés de trabajar por sus comunidades, sino para su enriquecimiento a costa del Estado y para acumular poder político y hacerse verdaderos amos y señores de los territorios que dicen representar?
Y si a alguien le quedaba alguna duda sobre esto, ya quedó despejada luego que los Senadores de la República se asignaron incentivos especiales por un monto de 400 mil pesos mensuales, más un peso por cada elector de su provincia, además de los 120 mil que tienen como sueldo fijo. El asunto es tan grave, que por lo menos tres de los senadores actuales, los del D. N. y Santiago, y la senadora de la Provincia de Santo Domingo, mensualmente reciben una suma superior al millón de pesos y el senador que menos recibe, obtiene alrededor de 700 mil pesos mensuales. A esto debe añadirse que cada senador se beneficia adicionalmente, a cargo del presupuesto nacional de vehículos, celulares, viajes, viáticos, dos exoneraciones, arma, seguridad personal, seguro médico, gastos de representación.
Y esto de los senadores, cuya función junto a los diputados, es la de legislar y ejercer el control del Poder Ejecutivo, es apenas una pequeña muestra de los altos salarios e incentivos que se han asignado los funcionarios de las distintas funciones del Estado.
¿Quien no percibe en nuestro pueblo que nuestros políticos solo hablan demagógicamente de la pobreza, pero llegados al gobierno siempre postergan pagar la deuda social acumulada con las grandes mayorías?
¿Quien no sabe en nuestro país que la prevención y la persecución de la corrupción ha resultado la más grande farsa, habiendo roto todos los records de puesta en escena?
La gente no es tonta y se da cuenta de cómo las componendas entre las élites políticas estancan o impiden o frustran, unas veces la denuncia o la investigación o la acusación, y sobre todo, la sanción de los corruptos, lo que ha hecho de la R D, un verdadero paraíso para la impunidad
¿Alguien puede creer que los dominicanos no nos damos cuenta que después de más de 40 años de apagones, la crisis eléctrica, no solo refleja la ineficiencia, sino también los grandes intereses que en complicidad con los gobiernos impiden darle una solución al grave problema energético?
—LA PROCLAMADA REVOLUCION DEMOCRATICA—
Mucha gente se pregunta qué impide al Presidente de la República realizar, sin esperar más, en todas las instituciones que componen el Poder Ejecutivo, la anunciada revolución democrática.
¿Qué impide que su gobierno actué con la debida transparencia en el uso de los recursos públicos?
¿Qué le impide someter a sus funcionarios a una real rendición de cuentas y estrictos controles que eviten las comisiones, la sobrevaluaciones, el despilfarro, el clientelismo?
¿Qué le impide prevenir y perseguir con voluntad y firmeza la corrupción que hoy día arropa su gobierno?
¿Qué le impide el respeto de los derechos y libertades y la profundización del Estado democrático de derecho?
¿Qué hay que esperar para abrir vías de participación de la gente en la toma de decisiones?
¿Cómo puede el Presidente Fernández hablar de revolución democrática y validar la reforma de la Constitución mediante una Asamblea Revisora, faltando además a su compromiso con la Constituyente?
¿Cómo se explica que un presidente que propugna por una revolución democrática, en violación de la ley, colocándose por encima de las instituciones, acuerde con una empresa privada una deuda relativa al pago de impuesto o permita el desistimiento de una demanda hecho por el Estado dominicano a una empresa extranjera que nos produjo serios daños ecológicos, en ambos casos en perjuicio de los intereses del Estado y sociedad dominicanos?
También de esto pediremos cuenta oportunamente.
¿Cómo conjugar la revolución democrática con la visión sucesoral del traspaso del poder, externada por el Presidente en uno de sus discursos recientes?
¿Cómo armonizar la revolución democrática y la utilización masiva de recursos del Estado para promover la repostulacion, anticipo de lo que se hará para la reelección?
—DESCREIMIENTO—
Un hallazgo importante que ha resultado de las consultas, ha sido comprobar el nivel de descreimiento y hasta de impotencia que se pone de manifiesto en importantes sectores ciudadanos frente al control político y al poder económico que muestran los partidos tradicionales.
Esa falta de fe, y la subsecuentemente inercia que prohíja en importantes sectores de nuestro pueblo, es el principal aliado con que cuentan los partidos tradicionales y los grandes beneficiarios del actual estado de cosas, para mantenerse en el ejercicio del poder.
Es la hora de cambiar el actual estado de cosas.
Decir lo anterior no significa tener la solución o todas las respuestas.
Nadie por si solo las tiene. Es necesario buscarlas y disponernos a construirlas entre todos y todas.
—LA MAYORIA QUIERE UN CAMBIO DE RUMBO—
Lo importante es saber que existe una franja mayoritaria de dominicanos y dominicanas que quieren el cambio de rumbo que le han impuesto a la República Dominicana y que tienen conciencia de las causas de los graves problemas que padecemos y que tienen disposición al compromiso social y político para ser parte en la solución.
Lo que ha faltado es el liderazgo político y social comprometido con el cambio, con la justicia social, el desarrollo nacional; capaz de propiciar otra cultura y práctica políticas y así encausar las energías hasta hoy dormidas.
Esa franja de dominicanos la integran millares de líderes comunitarios y barriales a todo lo largo y ancho del país.
Esa franja existe en millares de jóvenes que estudian y se forman técnica y profesionalmente para servirle a su país.
Esa franja existe en millares y millares de mujeres que luchan contra la discriminación y la violencia y en el sostenimiento de sus familias y de su hogar.
Esa franja existe en millares de profesionales honestos que todos los días ponen sus conocimientos al servicio del país.
Esa franja existe en millares de micro, pequeños y medianos empresarios que sobreviven a pesar de un sistema tributario injusto, venciendo las adversidades y la crisis del sistema eléctrico.
Esa franja existe en millares de productores nacionales que se mantienen aportando a la producción nacional, a pesar de no contar con el debido apoyo, protección y asistencia del Estado para enfrentar los procesos de integración negociados con economías desarrolladas y cuyos productores reciben altos subsidios.
Esa franja existe en una migración dominicana en el exterior, verdaderos exiliados económicos, pero que con su trabajo y su amor a nuestra patria, es solidaria y contribuye como el que más en el sostenimiento de la economía nacional.
Esa franja existe en varias generaciones de hombres y mujeres puublicos que a pesar del latrocinio de los partidos tradicionales, han sabido mantener una actitud honesta y servicio a la patria, algunos incluso luchando contra corriente, desde dentro de esos partidos.
Si todas estas franjas de sectores nos unimos, constituimos la inmensa mayoría del pueblo dominicano.
Si todos estos sectores unidos, definimos un proyecto de país posible y actuamos en una misma dirección, nos pondremos en condiciones para hacer los cambios y transformaciones necesarias.
—ROMPER LA INERCIA—
En la República Dominicana ha llegado la hora de las definiciones.
O nos quedamos sentados esperando ver pasar ante nuestros ojos el cadáver de la República.
O por el contrario nos decidimos a romper la inercia e inmovilismo y nos disponemos a trabajar por el presente y futuro de nuestra patria, para enrumbarla por los senderos de la democracia participativa, de justicia social y de desarrollo nacional e integral.
—UNA GRAN CONVERGENCIA POLITICA—
Para ello planteamos que es impostergable una convergencia política de todos los sectores sociales, políticos, ciudadanos; de los sectores más concientes y activos de la nación; de sus grandes reservas éticas.
Esa Convergencia Política tiene que llevarnos a una gran Alianza-País.
Es necesario producir la unidad de la nación, sin exclusiones, que no sean las que provengan de una conducta reñida con la ética y la moral o de tener compromisos con las políticas que se han impuesto en el país y han producido la actual situación de crisis.
Para alcanzar la unidad de la nación debemos fortalecer lo que nos une, tomando siempre muy en cuenta nuestra diversidad como nación.
— ES EL MOMENTO DE LAS DEFINICIONES—
Si eres de los que crees que es necesario producir un cambio en el país. Si eres de los que estas dispuesto a atreverte a participar en la construcción de un presente diferente, NO ESPERES QUE TE LLAMEN O TE BUSQUEN, por ti mismo haz tuya esta misión que nos hemos impuesto.
Si estás de acuerdo, te corresponde tomar la iniciativa y hacernos uno y una trabajando por nuestra patria.
Reúnete con tu familia, con tus vecinos, convoca a tus amistades más cercanas, y organiza sin esperar más, en tu calle o en tu barrio, en tu escuela o universidad, en tu paraje o comunidad, o en tu trabajo, un núcleo o comité para que empieces a ser parte de esta gran red que tenemos que tejer para participar en todos los escenarios, incluyendo el electoral.
Es el momento de dejar de ser espectador y actuar para hacerle frente al gran drama que vive la República.
Piensa que en otros momentos estelares, siempre hubo quien pudo mantener en alto la bandera de la justicia y de la dignidad nacional.
Es necesario disponernos a actuar ahora y aquí, en el lugar y desde las circunstancias donde cada quien se encuentra.
Si te atreves a participar, ganas.
Si tu decides, ganas.
Nunca como hoy fue tan necesario, la unidad de los dominicanos/as y la participación de todos y todas.
Pongamos esta nación en movimiento.
El poder lo tienes tu.
Muchas gracias.
PONTE EN CONTACTO CON EL VOLUNTARIADO POLITICO EN EL 809-538-5409